La desastrosa aventura de McLaren en las 500 millas de Indianápolis de 2019 no ha frenado el interés de la marca por seguir compitiendo en Estados Unidos. De hecho, van a incrementar su implicación en la categoría, ya que en 2020 harán la temporada completa de la IndyCar. Un reto para el que McLaren ya tiene pilotos.
Se trata de Patricio O'Ward y Oliver Askew. El piloto mexicano de 20 años parecía uno de los mejor colocados en la escuela de formación de Red Bull, pero de repente la compañía decidió prescindir de él. McLaren ha visto una buena oportunidad de contratar a un joven y talentoso piloto al que tener bajo cuerda, más ahora que parece que han perdido el control sobre Lando Norris.
El tercer coche de Alonso sería para las 500 millas de Indianápolis
En cuanto a Askew también es un piloto bastante joven, de 22 años, que ha destacado mucho en 2019 en las Indy Lights, categoría de soporte de la IndyCar. De hecho se ha proclamado campeón con siete victorias y quince podios en las 18 carreras del certamen. Mucho talento pero poca experiencia, ya que solo O'Ward ha corrido algunas carreras de IndyCar.
Y ahí es donde parece que entra Fernando Alonso. Aunque el español ha disputado menos carrera de IndyCar incluso que O'Ward, su experiencia en las carreras es sobrada, o al menos eso piensan en McLaren. Por eso desde Woking valoran seriamente la posibilidad de poner un tercer coche en pista para que Alonso corra, como mínimo, las 500 millas de Indianápolis.
Para esta nueva aventura en América la marca McLaren se ha asociado con el equipo Arrow Schmidt Peterson Motorsports, que lleva desde 2001 compitiendo en la IndyCar. McLaren no quiere cometer los mismos errores de la chapucera participación de 2019, en la que llevaron un equipo humano prácticamente sin preparación.
Al respecto de ese posible tercer coche, Sam Schmidt, copropietario del equipo, ha explicado que "llevamos doce años alineando un tercer coche en Indy, así que todavía seguimos planeando hacerlo. Alonso sigue siendo una opción, pero nada está confirmado". Si se confirma, sería la tercera participación de Alonso en las 500 millas, aunque en 2019 no pudo ni correr la carrera.
La principal traba, más que el interés del equipo, es la voluntad del propio piloto asturiano. En un año que está siendo triunfal, Alonso ve como un borrón importante la chapucera participación en las 500 millas de Indianápolis, en las que ni siquiera fue capaz de ser uno de los 33 coches que se clasificaron. Por cierto, O'Ward, el nuevo piloto de McLaren, fue otro de los tres eliminados.
📣 @ArrowMcLarenSP announces new driver line-up for 2020 @IndyCar season. Welcome @Oliver_Askew and @PatricioOWard. 🤝🇺🇸
— McLaren (@McLarenF1) October 30, 2019
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Como sabemos, ahora Alonso va a afrontar su aventura en el Dakar con Toyota, pero no sabemos qué pasará después, cuando a mitad de enero termine el rally más exigente del mundo. De momento la agenda de Alonso está vacía. Se esperaba que estuviese este fin de semana en Austin como embajador de McLaren, un lugar idóneo para anunciarlo todo, pero se ha cancelado su visita.
Gil de Ferran, director deportivo de McLaren y bicampeón de la IndyCar, explicaba sobre la situación que "hemos estado trabajando junto con toda la gente de SPM, incluido el personal de ingeniería y operaciones, para tratar de entender dónde están las oportunidades, dónde podemos ser más efectivos y realmente desarrollar un plan y una organización".
"Sabemos dónde están nuestras lagunas de conocimiento y qué debemos hacer. Así que hemos estado desarrollando juntos una estructura junto a SPM, definiendo las prioridades y el cronograma. Lo que puedo decir es que esta aventura está yendo muy bien", añadía un De Ferran que tiene clavada, como todo McLaren, la espina de la penosa actuación de 2019.
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