Fernando Alonso podrá participar en todas las pruebas del Campeonato del Mundo de Resistencia en 2018 después de que la de Japón, que coincidía con el Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1, se haya movido al 14 octubre.
Desde el trazado nipón, propiedad de Toyota, se había hecho la solicitud y la organización la ha aceptado a pesar de que la nueva fecha coincide con una prueba del IMSA -campeonato de resistencia estadounidense- y muchos pilotos que compiten en ambos campeonatos, vayan a verse obligados a elegir.
Cada vez está más claro que no solo Fernando Alonso necesita al WEC y a las 24 Horas de Le Mans para cumplir su sueño de lograr la triple corona, sino que la propia competición lo necesita a él, también. Es tal su poder, que incluso una carrera puede cambiar de fecha solo para poder contar con él.
Mueve masas
En los últimos meses, además de en la Fórmula 1 Alonso ha conseguido hacerse un hueco al otro lado del charco. Con su participación en las 500 Millás de Indianápolis consiguió darse a conocer en Estados Unidos, proporcionando a su vez visibilidad a la F1 en un país donde no se sigue mucho, y a su vez, que toda Europa centrase su atención en la famosa carrera americana que hasta ahora, solo veíamos un pocos.
Con las 24 Horas de Daytona, aunque en menor medida, sucedió lo mismo. El piloto de McLaren fue centro de todas las miradas, de todas las cámaras y de prácticamente de todas las entrevistas. No tuvo suerte, pero eso fue lo de menos. La expectación creada fue suficiente.
El asturiano es el mejor embajador que puede tener un campeonato. Tiene aficionados por todo el mundo -y tras su reciente diversificación laboral muchos más- y en sus redes sociales los seguidores se cuentan por millones.
No resulta extraño que el WEC quiera que Alonso corra todas las pruebas. Gane o no, es un seguro de éxito para llenar circuitos y vender publicidad en televisión.
Hoy por ti, y mañana por mi
Cuando Porsche anunció que dejaba el Campeonato, un año antes de a lo que se había comprometido, Toyota fue la única esperanza que le quedó al WEC. Si los nipones también lo dejaban, la categoría LMP1 desaparecería y con ello, parte del encanto de la competición.
El equipo con base en Colonia, Alemania, decidió cumplir su palabra y seguir al pie del cañón a pesar de todo lo sucedido. Además, con el fichaje de Fernando, ha dado una publicidad inmejorable a la competición haciendo de un año, que todo apuntaba a que iba a ser poco seguido, en el centro de la noticia.
El Circuito de Fuji es propiedad de Toyota y cuando estos solicitaron el cambio de fecha, lo hicieron sin ocultar sus razones. No resulta de extrañar que la organización haya querido devolverle el favor. Hoy por ti, y mañana por mí.
