Opel sigue dando pasitos para recuperar su imagen deportiva (la legendaria), y por eso están replanteándose si un coche como el Opel Manta o el Opel GT, con los debidos adelantos y diseño moderno, tendrían sentido. Lo dijo uno de los jefazos de Opel a un diario alemán ayer, por lo que no es un chisme cualquiera.
Los que vivimos los 80 recordamos el Manta, los tíos guays tenían un coche como ese. Una estética bonita, motores más que suficientes pero sin prestaciones de infarto, y carácter deportivo. Dicho de otra forma, propulsión trasera y relación peso/potencia más que aceptable.
El Opel Manta duró de 1970 a 1988, con tres generaciones, la última participó en Rally y a más de uno le sonará. Se inspiró en los pony car norteamericanos, aunque con pretensiones más bien europeizadas. Su versión moderna sería una alternativa al Hyundai Genesis Coupé, Toyota FT-86, Subaru BRZ y poco más.
En cuanto al Opel GT, sería una doble resurrección. Existió de 1968 a 1973, era un coupé biplaza con motores modestos, pero pesaba menos que cualquier utilitario moderno. También tenía propulsión trasera, e incluso llegó a venderse en Estados Unidos en los concesionarios de Buick.
El concepto vuelve a la vida con el Opel GT de 2006 a 2009, el reemplazo del Opel Speedster, aunque era un coche derivado del Saturn Sky norteamericano. También de propulsión trasera, un divertidísimo motor Turbo con 260 caballos y para postre era descapotable. Quise probarlo, pero ese se me escapó. Me arrepentiré toda la vida, lástima que fuese un desastre de ventas.
Y hablando del Speedster, menudo bicho era, con motor central y 200 caballos, pero con un peso ridículo, menos de 1.000 kg en vacío. No en vano fue un desarrollo hecho con Lotus. Ahora miramos a Opel y vale, tienen los OPC, pero decididamente no es lo mismo. A ver a dónde van estas intenciones o si son únicamente un globo sonda más.
Fuente | Handelsblatt (en alemán)
En Motorpasión | Opel GT, primeras impresiones (parte 1, parte 2)