Ya hemos visto unas pocas selecciones de algunos compañeros de Motorpasión, hoy me toca a mi. Yo no me he guiado por hitos históricos, simplemente voy a listar coches que me han marcado en un punto u otro de mi vida. Desde aquellos que alguna vez ví en el camino al colegio hasta complejísimas obras de la ingeniería del automóvil, pasando por iconos míticos de la historia que alguno de mis compañeros ya han nombrado.
Mi selección de coches, por orden alfabético, es la siguiente: Bugatti Veyron, Ferrari F40, Ford Mustang, Lamborghini Miura, Mercedes 300 SL, McLaren F1, Nissan Skyline GT-R, Porsche 911, Renault 11 y para acabar el Volkswagen Beetle. Sin duda un grupo de coches bastante heterogéneo, donde alguno echará en falta algunos clásicos, pero en el que yo solo percibo iconos.
Ya lo he contado en varias ocasiones, me gustan coches de lo más variado, así que variada es la lista. Iconos o simples modelos que en algún momento de vida me impresionaron. Se me quedan muchos fuera, pero la lista de coches que me gustan y que simbolizan algo para mi es tan amplia y tan variopinta que el recopilatorio resultante sería infumable.
Vamos con un poco de todo, mezclado, no agitado.
Ferrari F40 (1987-1992)
Un año después de que yo naciera salía de la factoría de Ferrari la primera unidad del Ferrari F40. Durante mi infancia, en la que no tenía más interés que aprender a conducir aunque todavía me quedaran muchos años, el Ferrari F40 se marcó a fuego en mi mente. Era un superdeportivo que marcaba el patrón para los futuros diseños, rápido, bonito y exclusivo.
Entraba por los ojos y era Ferrari, la marca que despertaría mis deseos infantiles. Poco a poco crecí y me di cuenta que el mundo del motor evolucionaba rápido, mis gustos cambiaban, pero el Ferrari F40 que me había marcado quedó como mi favorito. Aunque ya he visto alguno en persona, mi sueño de conducirlo todavía lo tengo pendiente. Y francamente no tengo mucha fé en que se vaya a hacer realidad.
Bugatti Veyron 16.4 (2005-2009)
El bombazo de la última década lo lanzó el grupo VAG, cuando anunció que recuperaría la marca Bugatti, técnicamente muerta desde el año 1995. Pero no iban a fabricar un superdeportivo como el Bugatti EB110, iban a hacer algo más allá de la imaginación de los mortales, creando el primer hiperdeportivo del mundo.
El Bugatti Veyron 16.4 vió la luz en el año 2005, con unas cifras monstruosas, 16 cilindros, cuatro turbos y 1.001 CV. Una demostración de fuerza del grupo Volkswagen, que mostró al mundo lo que se podía hacer con un equipo de ingenieros bien financiado. Un coche brutal para gente inmensamente rica que ha marcado para siempre la historia del automóvil.
Volkswagen Beetle (1938-2003)
Un trocito de historia, el coche que se suponía motorizaría al pueblo alemán, o al menos ese era el proyecto que tenía Ferdinand Porsche en su mesa durante su diseño antes de la Segunda Guerra Mundial. Fue este conflicto bélico el que retrasó la motorización de la Europa de la postguerra y en el milagro alemán mucho tuvo que ver este pequeño y sencillo coche.
El Volkswagen Beetle tenía un aspecto entrañable, un precio asequible y el simbolismo de un coche que motorizó a gran parte de Europa durante varias décadas. Así es como se hace un hueco en mi Top 10 de iconos de la automoción un coche de corte asequible. Sé que en España fue más icónico el Seat 600, pero mi padre siniestró el suyo antes de que yo pudiera nacer y reclamarlo para mí.
Lamborghini Miura (1966-1972)
¿Sai una cosa Enzo? ¡Il vostro sportivo è una castagna pilonga! Algo así cuentan que dijo Ferruccio Lamborghini a Enzo Ferrari, que muy finamente le mandó a fabricar tractores. Tras varios intentos de hacer un superdeportivo a la altura de los Ferrari de la época, Lamborghini finalmente sacó el modelo que aupó al fabricante del toro a la élite mundial, el Lamborghini Miura.
Un modelo muy deportivo y rápido aunque cuentan las malas lenguas que poco fiable. Yo soy más del Lamborghini Countach que ya listó Héctor porque me pilla más cerca, pero puestos a destacar iconos, el icono de Lamborghini fue el Miura. Otro de esos muchos que me gustaría probar alguna vez en la vida. Iluso de mi.
Mercedes 300 SL (1954-1963)
Venga, ¿quién no ha tenido una maqueta, foto o póster del Mercedes 300 SL en la habitación? Marcó una tendencia en su época, era un superdeportivo bonito, no muy práctico pero inigualable. Sus conocidas puertas con bisagras en el techo hacían que la apertura de sus puertas fuera tan particular como el propio coche. De ahí le vino el sobrenombre de "Alas de gaviota" o "Gullwing" en inglés.
215 CV propulsaban a este pionero de entre otras cosas la inyección directa, un avance que hasta prácticamente esta década no ha pasado a los coches más populares y que aún ahora sigue siendo sinónimo de alta tecnología. Me gustaría tener uno, aunque esta joya del coleccionismo se escapa de las posibilidades de la mayoría de los mortales por su elevado precio. Un clásico de oro. O plata, color mucho más bonito para este icono de la automoción.
Porsche 911 (1963-1989)
Tras participar activamente en el diseño del Volkswagen Beetle, Ferdinand Porsche quiso hacer realidad su sueño de fabricar un deportivo civilizado pero revolucionario, una notable evolución del Porsche 356. Con las líneas maestras del Beetle, un motor trasero refrigerado por aire y la peculiar silueta que sería marca de la casa, el Porsche 911 vió la luz allá por 1963.
Con una potencia elevada para la época (130 CV), el Porsche 911 original marcó el nacimiento de una próspera saga de deportivos con variantes muy extremas que aún hoy siguen sorprendiendo por su equilibrio entre deportividad, comodidad y la capacidad de transmitir las sensaciones que todo coche deportivo aspira a transmitir. El germen de la exitosa saga 911 merecía sin duda un hueco entre mis iconos de la automoción.
Nissan Skyline GT-R R32 (1989-1994)
Nació como la variante más radical de uno de los modelos de Nissan, los Nissan Skyline. Poco a poco, el hijo rebelde se fue separando del concepto original hasta que en el año 2007 el Nissan Skyline salió por su lado y el Nissan GT-R por el suyo. Mi icono elegido para esta selección no es el último Nissan GT-R, es el Nissan Skyline GT-R R32, el que nació tras recuperar la denominación Skyline GT-R en el año 1989 tras 16 años de ausencia en la gama Nissan.
Su motor 2.6 turboalimentado entregaba 280 CV, sin embargo los aficionados al tuning que podían echar mano a estos misiles, principalmente japoneses, eran capaces de sacar del motor cifras de auténtica locura que superaban los 600 CV. Desde el R32 hasta su heredero ideológico, el Nissan GT-R, la atractiva filosofía del pequeño matagigantes se ha mantenido siempre viva.
Ford Mustang (1964-1973)
Que podemos decir, su nombre lo presenta por sí solo. El muscle car por autonomasia, el coche que inició las pony wars, el deportivo que conquistó el corazón de los United States. Nació en la misma época que otros dos de mis elegidos, el Porsche 911 y el Lamborghini Miura, sin embargo su principal baza era la de ofrecer una amplia potencia (a partir de 105 CV) y deportividad a un precio contenido.
Obviamente había que hacer hueco en mi lista al icono automovilístico de la industria estadounidense y aquí lleva su merecido espacio. No necesita que cuente más, tras casi 50 años de vida y la vuelta al origen estético de los últimos Ford Mustang, todavía le queda cuerda para rato. Incluyo junto con el Ford Mustang un homenaje a uno de sus preparadores más prolíficos, Mr Carroll Shelby que falleció el año pasado.
McLaren F1 (1992-1998)
Este es el segundo coche más reciente que he elegido, con toda su vida comercial transcurrida en los 90. Cuando pensábamos en superdeportivos durante esa década, nos venían a la cabeza unos pocos elegidos, entre ellos el Ferrari F40 que ya he listado y junto a él y muy pegadito el todopoderoso McLaren F1. Este misil tierra-tierra con ruedas, tres plazas y motor 6.1 de origen BMW, hizo historia al convertirse en el coche de producción más rápido del mundo, con 390 km/h, récord que no perdió hasta la llegada del brutal Bugatti Veyron en 2005.
Pero no era sólo rápido en línea recta, también lo era en circuito, como bien atestiguan sus múltiples variantes destinadas a la competición, como el McLaren F1 GTR. Otra joya del coleccionismo de coches, un precioso superdeportivo de la vieja escuela que espera la sucesión durante este año.
Renault 11 (1982-1988)
Después de siniestrar el Seat 600, mi padre compró un Renault 11. En él viajamos seis personas hasta el año 92 en el que nos cambiamos del compacto a un todoterreno. Mis primeros recuerdos montado en un coche son pues del Renault 11 GTL, desde cuya fila de atrás pedía a mi padre que encendiese las luces "de piscina" (las luces largas, con un testigo normalmente azul en el tablero).
Con un motor 1.4 de 60 CV el coche no daba para mucho, básicamente para ir y venir. Tampoco había mucho sitio para meter maletas, ni siquiera había hueco o comodidad, pero esta es mi lista de iconos y el Renault 11 marcó mi más tierna infancia. Me alegra verlos por la calle porque significa que todavía hay gente que los mantiene y que los tiene en condiciones de funcionamiento.
Fotografía | Flickr (elstro_88 - Renault 11) En Motorpasión | Top10 de iconos de la automoción