En Estados Unidos les gustan los coches enchufables. Sí, señores, sí, tendrán tradición de motores de gasolina enormes, y tendrán gasolina casi a la mitad de precio que en Europa, pero aún así les gustan los coches eléctricos y los híbridos enchufables. En la primera mitad de 2014 se han vendido más de 54.000 coches enchufables, y por si alguno creía lo contrario, no se asustan por comprar un coche 100% eléctrico: de esa cantidad el 47% son de este tipo.
Aquí en Europa también nos vamos poniendo las pilas poco a poco. Incluso fabricando más vehículos eléctricos. Por ejemplo en Portugal se fabrica el nuevo camión ligero eléctrico Fuso Canter E-Cell, y en España fabricamos el autobús urbano eléctrico Irizar i2e. Ambos son muy interesantes para un uso urbano.
En la Fórmula E, la competición de monoplazas 100% eléctricos de la FIA, los modelos de BMW i serán los coches oficiales de la competición. El BMW i8, deportivo híbrido enchufable, será el coche de seguridad, y el BMW i3 se utilizará como coche de servicio.
Más allá de la cuestión de patrocinio y acuerdos comerciales, ya que en la Fórmula 1 el safety car es el Mercedes-Benz SLS AMG GT coupé, hubiera estado muy bien que el safety car de la Fórmula E hubiera sido un Mercedes-Benz SLS AMG Electric Drive, el mismo coche, pero 100% eléctrico, y hasta hubiera sido más lógico: si los monoplazas que compiten no usan ni una gota de gasolina, el safety car tampoco.
El Nissan LEAF sigue manteniéndose como el coche eléctrico más vendido de todos los tiempos, y para intentar seguir siéndolo también camina paso a paso para ser el coche eléctrico más difundido: ahora empieza a venderse en India, un mercado muy grande pues hablamos de un país con más de 1300 millones de habitantes.
En China hay mucho dinero. Tanto que algunos empresarios, y a la vez apasionados de los coches eléctricos, no han querido ni esperar a que Tesla Motors se pusiera manos a la obra... Andrew Zong se compró un Tesla Model S y para poder hacer viajes largos con él, también se compró, por su cuenta, unas cuantas estaciones de supercargadores para instalarlas en puntos estratégicos y hacer un corredor eléctrico norte-sur. Eso se llama iniciativa.
Y termino ya aparcando los coches eléctricos, y hablando de los sensores biométricos que se aproximan cada vez más. Seguimos a vueltas con sensores en el volante, en el cinturón de seguridad o en el propio asiento. En el asiento por ejemplo conocíamos el ECG seat de Ford. Pues bien, se siguen investigando las posibilidades de estos sensores. Además de monitorizar el corazón, o ver si el conductor está estresado, la Universidad de Trent ha propuesto utilizar sensores en el asiento similares para controlar la fatiga del conductor con el sistema EPIC.
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