Ya se sabía desde hace tiempo. En 2015 fue un rumor, pero a principios de 2016 ya tuvimos la confirmación. Al no renovar el Dodge Viper, la fábrica de que lo lleva produciendo desde 1995 cerrará sus puertas. La producción de las últimas unidades, todas de series especiales y ya vendidas, se mantiene hasta que el 31 de agosto, la factoría cerrará sus puertas para siempre.
El año pasado se vendieron apenas 630 unidades del Dodge Viper y actualmente, tan sólo 80 personas fabrican el Viper de forma artesanal, haciendo de la factoría de Conner Avenue (está en el mismísimo Detroit) la más pequeña del grupo FCA. Con ello se cierra una página de la historia de la automoción, en un factoría que ha fabricado únicamente modelos muy especiales.
La factoría abrió sus puertas en 1966, en la calle Conner de Detroit. Inicialmente, se fabricaban bujías de la marca Champion hasta que el grupo Chrysler la compró en 1995 con la intención de fabricar allí el Dodge Viper. El Viper se venía fabricando desde 1992 en la planta de motores New Mack (nada que ver con los camiones, sino con la calle Mack donde estaba) y se decidió dotarlo de una factoría dedicada.
Durante más de 25 años, la fábrica de Conner fue el hogar de nacimiento de los Dodge Viper (salvo de 2010 a 2012, donde no hubo Viper) y del Plymouth Prowler. Con el cierre de la fábrica, FCA pierde una factoría especializada en las pequeñas series artesanales, realizadas principalmente a mano.
Mientras tanto, de serie limitada en serie limitada para marcar el final de la vida del Viper, éste intenta salir por la puerta grande con un récord de vuelta al bucle norte del Nürburgring, gracias al esfuerzo de sus fans.