La situación del mercado automovilístico español es especialmente complicada. Las cerca de 800.000 unidades matriculadas el pasado año son un mal sueño para aquellos que recuerdan las cifras de 2007, momento en el que la demanda empezó a verse claramente afectada.
No obstante, esta industria es de las más competitivas de Europa, y está dando muestras de que es capaz de buscar nuevas soluciones para mejorar la situación. Una de esas soluciones pasa por mejorar la distribución, y así lo ha pretendido hacer TATA, que ahora cuenta con un nuevo importador.
En concreto, estas tareas, realizadas ahora por Bergé Automoción, serán asumidas por Nijuler, nuevo importador por tanto de la marca. Bajo el brazo, Juan Ballesteros, presidente y propietario de Nijuler Automoción, ha traído la llegada en marzo de dos nuevos modelos, que según la marca india, suponen un claro salto adelante.
Hablamos en concreto del TATA Vista, que remplazará al Indica y el TATA Aria, un monovolumen de siete plazas que podrá escogerse tanto en tracción integral como delantera. Más adelante llegará el TATA Xenon (pick-up que se venderá sólo con doble cabina), y en un futuro impreciso el famoso TATA Nano, del que no se han proporcionando más detalles.
Respecto a precios y equipamiento poco podemos decir, porque no hay nada asegurado, aunque parece que el TATA Aria será la punta de lanza de la marca, ya que contará con un motor diesel (probablemente de unos 135 CV), control de estabilidad y un número de airbags razonable.
Un úlitmo detalle, la red comercial de TATA, que hoy en día consta de 52 concesionarios (sí es enorme para las ventas de la marca), se conservará por completo, entre otras razones porque hay que atender las necesidades de servicio post venta de un paque vivo de 15.000 unidades.
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