Las etiquetas medioambientales de la DGT van a pasar a ser muy importantes este 2023: en base a ellas se discriminará el acceso y circulación en las ZBE, que ya deberían tener casi 150 ciudades españolas.
Estas pegatinas llegaron en 2016, aunque hasta la fecha solo han sido obligatorias en una ciudad: Madrid. Pese a ello más municipios pueden pasar a obligar a que los coches y vehículos las lleven, precisamente por las ZBE.
Bien, pues resulta que se puede dar el caso que nuestro coche tenga derecho al distintivo medioambiental, pero que al comprobarlo en la herramienta de la DGT, nos diga que no. Poca broma teniendo en cuenta que la mayoría de las ZBE, previsiblemente, van a restringir el acceso a los sin etiqueta.
Te explicamos por qué puede pasar y cómo comprobarlo y solucionarlo.
A vueltas con la norma Euro y la fecha de matriculación
Cuando en 2016 la DGT lanzó estos distintivos, tomó como referencia la fecha de matriculación de los coches y vehículos para otorgar la categoría. ¿Por qué? Pues porque el dato de matriculación es una forma sencilla para establecer el corte, basándose en el Registro de Vehículos de Tráfico.
Así, la herramienta de la DGT donde podemos comprobar cuál es la clasificación medioambiental de nuestro automóvil, es decir qué etiqueta le corresponde o tiene derecho a la pegatina o no, puede indicar un distintivo incorrecto o bien que es un sin etiqueta cuando sí dispone de distintivo.
Y lo mismo puede ocurrir en los canales de venta autorizados, ya que toman como referencia la base de datos de la DGT.
Lo importante, la norma Euro. En la Resolución 3828 de 13 de abril de 2016, publicada en el BOE, se recoge que la clasificación medioambiental se rige en función de la normativa de emisiones. Es decir, la norma Euro aplicada a la mecánica del coche o vehículo.
En este documento no hay mención alguna a la fecha de matriculación, lo que tiene todo el sentido del mundo: el plazo en el que se homologa una mecánica y se fabrica un coche, y el tiempo que pasa hasta que el cliente lo compra, se le entrega y se matricula es muy variable.
Así, no puede servir de criterio objetivo para la clasificación, aunque con su herramienta la DGT corte por lo sano para determinarlo accediendo a los datos del registro de vehículos y cuando normalmente cada norma Euro suele estar asociada a una fecha dada. Pero suele no es siempre.
De esta manera, la referencia real que hemos de tener en cuenta es la norma Euro de los motores, determinada por normativa de emisiones y siendo la fecha orientativa:
- Sin etiqueta. Los gasolina Euro 1 y Euro 2, normalmente matriculados antes de 2000. Los diésel Euro 1, Euro 2 y Euro 3, usualmente matriculados antes de 2006.
- Etiqueta B. Los gasolina Euro 3, normalmente matriculados desde el año 2000. Los diésel Euro 4 y Euro 5, usualmente matriculados desde 2006.
- Etiqueta C. Los gasolina Euro 4, Euro 5 y Euro 6, normalmente matriculados desde 2006. Los diésel Euro 6, usualmente matriculados desde 2014.
- ECO. Híbridos (incluyendo los mild-hybrid), de gas (GLP y GNC) e híbridos no enchufables cuya autonomía eléctrica sea menor a 40 km. En todo caso, su motor de combustión, ya sea gasolina o diésel, debe cumplir los criterios del distintivo C.
- CERO. Eléctricos puros de batería (BEV), eléctricos de autonomía extendida, eléctricos de pila de combustible de hidrógeno e híbridos enchufables cuya autonomía eléctrica sea igual o mayor a 40 km.
Cómo comprobar de forma fiable qué distintivo debe tener nuestro coche
Con esto en la mano, ¿cuál es el método más fiable para comprobar la norma Euro real de nuestro coche? Pues serían dos, aunque uno de ellos no lo es al 100 %.
Ficha técnica. En este documento asociado a nuestro coche suele se indicarse la norma Euro del motor del vehículo. Normalmente, este dato es fiable si el vehículo lo has comprado en España. O más concretamente si se ha matriculado por primera vez aquí.
No obstante, si se trata de un coche comprado en el extranjero, y por tanto matriculado por primera vez en otro país, la ITV podría haber tomado como referencia la fecha de matriculación en nuestro país a la hora de elaborar la ficha técnica.
Así que se puede dar el caso que coches que no tienen derecho a la etiqueta, sí que dispongan de ella o viceversa. O bien que tengan una distinta. Son casos raros y muy particulares, pero puede pasar. Por otro lado, en ocasiones la norma Euro no aparece reflejada en la ficha técnica.
Comprobarlo con el VIN. Lo que nunca falla, pero requiere de mayor esfuerzo, es cotejarlo en función del número de bastidor del coche (VIN) consultándolo directamente con el fabricante.
Pero a fin de cuentas, y si tenemos dudas, podemos hacerlo desde casa poniéndonos en contacto por ejemplo con el servicio postventa de la marca de nuestro coche, ya sea por teléfono o correo electrónico.
Cómo reclamar la etiqueta medioambiental a la DGT
Una vez comprobado mediante estas vías que nuestro coche tiene distintivo, o bien uno distinto al que dice la DGT, es necesario dar una serie de pasos para que Tráfico lo cambie en el registro, nos conceda la clasificación que corresponde al automóvil y por tanto poder pedir la etiqueta.
1. Solicitar el certificado de la norma Euro. Es el fabricante el que puede expedir dicho certificado. Y ojo porque nos pueden cobrar por ello, pues la marca tiene libertad para ofrecer gratis este trámite o no.
2. Corregir la ficha técnica. Una vez tengamos el certificado, hemos de acercarnos a una estación de ITV para que modifique la ficha técnica del vehículo con los datos correctos.
3. Actualizarlo en el Registro de la DGT. Tras obtener esta documentación, ficha técnica actualizada y certificado de la normativa, deberemos acudir a una Jefatura de Tráfico (no está entre los trámites online) para actualizar los nuevos datos técnicos en el Registro de Vehículos. Este trámite tiene un coste, que a fecha de 2022 (aún no están los de 2023) era de 8,67 euros, estando tipificado como "Anotaciones de cualquier clase".
Después de realizar todos estos pasos, ya estará actualizado correctamente en el Registro de Vehículos y por tanto podremos comprar la etiqueta de la DGT por los canales en los que se comercializa.
Su precio es de 5 euros, pero si la pedimos online se suman los gastos de envío:
- Correos. Presencial en las oficinas (5 euros) o en su web (6,3 euros).
- DGT. De forma online en la plataforma habilitada para ello (6,5 euros).
- Ideauto. También online desde su web (6,5 euros).
En definitiva implica esfuerzo, porque hay que acudir a diversas administraciones y además pagar algunos de los trámites. Pero mejor esto que quedarnos sin circular con nuestro coche porque lo restringe una ZBE.