Entre la batería de medidas del Gobierno para impulsar al sector de la automoción en España, gravemente golpeado por la crisis del coronavirus, se encuentra la revisión de las etiquetas medioamientales de la DGT, que está planificado que se haga efectiva en julio de 2021. Es decir, dentro de un año.
Y es que la llegada de tecnologías como las mecánicas mild hybrid, hemos asistido a incongruencias como que vehículos de elevada cilindrada y potencia, por ser considerados híbridos al equipar un motor de arranque/alternador eléctrico, pueden circular libremente en las zonas de bajas emisiones y disfrutar de diversas bonificaciones.
Esta medida queda recogida en el plan de "impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción", junto a otras como dos planes de incentivos a la compra de coches nuevos: el Plan MOVES 2020 y un 'plan renove' en el que se incluyen alternativos (híbridos, híbridos enchufables y eléctricos), pero también modelos con mecánicas de combustión clasificados con etiqueta C.
La actualización de las etiquetas había sido demandada desde hace tiempo por los consumidores y, de hecho, hace ya un año que se filtró que la intención de Tráfico era revisarlas, aunque no hemos tenido la confirmación oficial hasta ahora. Este mismo año, en febrero, también se rumoreó esta posibilidad, aunque fue desmentido en ese momento por la DGT.
Propuesta en seis meses
Por el momento, el Ejecutivo simplemente ha adelantado que se van a revisar, para lo que Tráfico establecerá un grupo de trabajo interministerial. El mismo se encargará de valorar "la necesidad de una actualización de las etiquetas medioambientales" que deberá estar "consensuada con el sector (automóvil) y con el resto de agentes involucrados".
Una vez se forme esta comisión, comenzará a trabajar inmediatamente y deberá presentar una propuesta de aquí a seis meses. Y aunque el Gobierno señala en el texto que la propuesta estará supeditada a la necesidad o no de esta actualización, también admite que "la evolución tecnológica es una realidad y los nuevos vehículos que incorporan estas innovaciones deberían ser catalogados".
De esta manera, o bien se cambiará la tipificación de algunos vehículos, teniendo los mild hybrid todas las papeletas, o bien se añadirán nuevas etiquetas para clasificar las mecánicas.
La trampa de los mild hybrid: modelos de más de 600 CV con etiqueta ECO
Las marcas han encontrado en los bloques microhíbridos una solución barata y sencilla de atar en corto emisiones. Y a esta medicina han recurrido en modelos grandes, como SUV o berlinas, así como en opciones de alto rendimiento. Aunque en los último meses también se ha sumado a utilitarios y compactos como el Ford Fiesta, el SEAT León o Kia Rio, por citar algunos ejemplos: todo para cumplir con el límite de 95 g/km de CO₂ de emisiones medias impuesto desde Europa.
Los sistemas mild hybrid incorporan un motor de arranque/alternador eléctrico que va alimentado de una batería de 48 V, normalmente. Este pequeño propulsor normalmente sólo surte de energía a los sistemas eléctricos del coche y arranca el coche, aunque en algunos casos también apoya al motor de gasolina o diésel, como por ejemplo en desaceleraciones. Además, suelen hacer uso de la frenada regenerativa para cargar su batería.
Si echamos un vistazo a algunos de los últimos estrenos mild hybrid, encontramos modelos como el BMW Serie 4 Coupé: todas sus mecánicas (tres gasolina y dos diésel) recurren a la microhibridación. Las más potentes son la 440i y la 440d que ascienden a los 374 CV y a los 340 CV.
Mercedes-AMG también está utilizando esta solución para minimizar consumo y emisiones: por ejemplo, lo llevan los también recién llagados Mercedes-AMG GLE 63 S y GLS 63 S, que van equipados con generosos gasolina V8 de nada menos que 612 CV. Y si nos vamos a Audi, nos encontramos con modelos como el Audi RS 6 Avant, con un motor de 4.0 litros V8 biturbo de 600 CV.
Todos estos modelos, son considerados híbridos y portan la etiqueta ECO, por lo que pueden acceder y circular sin restricciones en las zonas de bajas emisiones de Madrid o Barcelona, además de disfrutar de bonificaciones al aparcar en zonas de estacionamiento regulado (un 50 % en Madrid, por ejemplo) o en el impuesto de matriculación. Mientras, modelos de tipo C, de menor cilindrada y potencia, tienen vetado el acceso a Madrid Central.
Y esto ocurre así porque desde la normativa europea están homologados como coches híbridos. Así, la etiqueta ECO mete en el mismo saco a los mild hybrid con híbridos e híbridos enchufables, cuando en el caso de estos dos últimos el motor eléctrico sí que mueve las ruedas en combinación con el térmico, mientras que en el primero lo hace, si acaso, de forma puntual.
Por el momento sólo resta esperar a cómo se revisa la clasificación de las etiquetas medioambientales, pero todo apunta a que los mild hybrid de elevada entrega se les va a acabar el chollo.