Hace unos días hablábamos del equipamiento que, a día de hoy, deberíamos considerar imprescindible para la compra de un coche. Aquellas funciones que no deberían venir de serie en cualquier coche por debajo de unos mínimos.
Hoy vamos a ver la parte complementaria, es decir, el equipamiento sin el cual podemos sobrevivir y por el que no deberíamos dejarnos nuestros ahorros. Los cinco anteriores deberían venir de serie, o al menos deberíamos pagar muy poco por ellos.
Los de esta nueva lista pueden considerarse realmente opcionales: asumamos que hay que pagar más por ellos, y decidamos si merece la pena o no. En todo caso, podemos vivir sin ellos.
Faros antiniebla
En teoría, las luces antiniebla delanteras son un elemento de seguridad. En la práctica, en gran parte de los modelos de gama media y baja son un elemento meramente decorativo. De hecho, en la mayoría de los coches es difícil saber si están encendidas o apagaadas.
Me aventuro a realizar una estadística de uso. Cada vez que vemos a alguien con las antiniebla, hay un 10% de posibilidades de que su uso sea correcto y útil, un 40% de que sea correcto pero inútil y un 50% de que sea incorrecto e inútil, además de perjudicial para los demás conductores.
Llantas de aleación
Llantas, oscuro objeto de deseo. Ciertamente es el elemento más inútil de un coche desde el punto de vista funcional, pero el primero al que recurrimos (y con buen criterio) desde el punto de vista estético. Su precio no es bajo, pero es equilibrado respecto a lo que aportan (lo más habitual es una horquilla entre 300 y 1.000 euros).
Asumamos que es razonable que no vengan de serie, y paguemos por ellas sólo si queremos. Esto es válido salvo algunos casos: ver un BMW Serie 1 o un Honda Civic sin llantas, por poner un ejemplo, es bastante doloroso. Por otra parte, pagar las llantas en un utilitario funcional nos hace pensar a veces si ese dinero no estaría mejor invertido en un elemento no estético, debido a la naturaleza del coche.
Rueda de repuesto del mismo tamaño que el resto
Alguno no estará de acuerdo, y es respetable. Pero la rueda de repuesto de tamaño completo no tiene por qué ser necesariamente de serie. En mi coche, sin ir más lejos, me dieron la opción de escoger entre rueda pequeña (de uso temporal, y limitada a 80 km/h) o rueda completa, con un sobreprecio de 50 euros.
En el precio del coche la diferencia es despreciable, pero había otro factor a tener en cuenta: la rueda completa reducía sensiblemente la capacidad del maletero. Y aquí es donde nuestro sentido común debe prevalecer.
Mucha gente no ha pinchado una rueda en su vida (yo una única vez), y en caso de hacerlo le bastaría utilizar la rueda temporal para salir del apuro, y preferirá aprovechar mejor el espacio del maletero. Por otra parte, quien haga viajes largos habitualmente y corra el riesgo de quedarse casi tirado, valorará positivamente el hecho de tener siempre ese respaldo que, recordemos, debe tener la presión correcta y revisarse de vez en cuando.
Navegador
Dentro de poco, muy poco tiempo, el navegador estará en la primera lista: algo que debería venir de serie ya que su coste de implantación será bajo. Pero por el momento las marcas aprovechan y fijan su precio no en base a su coste, sino a lo que muchos están dispuestos a pagar por él, y así tenemos precios que se disparan hasta los 4.000 euros en marcas premium.
La misma funcionalidad, aunque menos cómoda, la podemos obtener por un navegador de instalación, desde unos 120 euros. Otras marcas como Renault o Fiat ya están ofreciendo navegadores semi-integrados, con una instalación más limpia que uno que nos compremos por nuestra cuenta pero a un precio más asequible.
Arranque sin llave y freno de mano eléctrico
Por último, escojo estas dos dos opciones como contraposición al automatismo de luces y limpiaparabrisas. Mientras que los primeros siguen apareciendo en las listas de precio como algo casi prohibitivo, los segundos empiezan a tener un precio más adecuado.
Tanto los sistemas de entrada y arranque manos libres como el freno de mano eléctrico mejoran el confort y la experiencia de conducción (especialmente el primero), pero hay que admitir que no lo hacen de forma sustancial.
Esta es mi lista, aunque en los comentarios de la entrada anterior se apuntaban otras ideas interesantes. No añado por ejemplo los airbags ya que un número elevado sí encarece el precio, es normal que un utilitario no traiga ocho de serie.
Otros, como el aire acondicionado, iba a estar inicialmente en la primera lista, pero hay que tener en cuenta que es una cuestión de gustos y de zonas. En Andalucía o Extremadura sería imprescindible, pero quizás en Galicia o País Vasco no sea tan necesario. Por ejemplo, yo lo utilizo unos 10 o 20 días al año (no me resulta agradable salvo que haga muchísimo calor), si bien es cierto que sólo por esos días merece la pena, pero habrá quien no lo toque casi nunca.
En Motorpasión | Las cinco cosas esenciales que tu coche nuevo debe tener de serie