
Era cuestión de tiempo. Uno de los principales inversores de Tesla ha pedido la cabeza de Elon Musk. Le señala como único culpable de la debacle que está sufriendo la tan valiosa firma de coches eléctricos.
Tesla está pagando el rechazo a Elon Musk con el desplome de sus ventas en sus principales mercados. También en el valor de la propia compañía, que ha caído a la mitad en solo tres meses. Mientras, el boicot a Tesla se materializa en una lista cada vez más larga de ataques a instalaciones y coches de la marca, con modelos y concesionarios incendiados.
"Es hora de que alguien dirija Tesla"
La semana pasada el principal banco de EEUU, JPMorgan, puso en la diana a Elon Musk como principal responsable del la abrupta caída de Tesla: "Nunca en la historia una marca de coches ha perdido valor tan rápido". Ahora lo hace uno de los accionistas de mayor peso de Tesla: Ross Gerber. Es uno de los inversores más antiguos de la marca californiana, de los primeros en apostar por la entonces disruptiva firma de Elon Musk.
La nueva deriva de Tesla, y sobre todo de Musk, no gusta a Gerber. De hecho en agosto del año pasado vendió casi la mitad de sus acciones de la marca de coches eléctricos.
O el gobierno de Trump, o Tesla. "Creo que Tesla necesita un nuevo director ejecutivo", ha sentenciado en una reciente entrevista concedida a Sky Business Live. En opinión de Gerber, Musk ha desatendido Tesla por centrarse en demasiado en su cargo en el Gobierno de Donald Trump o dirigiendo Twitter, ahora X. Todo contando con que Musk ya dividía antes su atención con otras de sus empresas, como Starlink o Space X. "Es hora de que alguien dirija Tesla".
El gurú de Wall Street insta a Musk a que elija entre Tesla y el resto de sus negociados: "Elon debería regresar a Tesla y ser el CEO de Tesla y renunciar a sus otros trabajos, o debería concentrarse en el Gobierno y seguir haciendo lo que está haciendo, pero encontrar un CEO adecuado para Tesla".
My talk today at the Presidential Parade
— Elon Musk (@elonmusk) January 21, 2025
pic.twitter.com/qCAxYQb7LN
Daño reputacional. Pero descuidar su marca de coches eléctricos no es el único mal que está provocando Musk. Gerber, como antes señalara JPMorgan y otros analistas, considera que Musk está provocando un daño reputacional irreparable a Tesla, arrastrándola al abismo en tiempo récord.
"Las ventas se están desplomando, así que sí, es una crisis. Literalmente, no se puede vender el mejor producto del mercado porque el director ejecutivo es muy divisivo". El apoyo a Trump y que dirija el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de su Gobierno no es del agrado de muchos votantes demócratas, entre los que se encuentran no pocos clientes de Tesla.
Musk, literalmente, ha mordido la mano que le da comer: muchos de los compradores de coches eléctricos son ecologistas que no comulgan precisamente con el ideario de la ultraderecha, ni en EEUU ni en Europa. "La forma en que la gente percibe tu marca es crucial para el proceso de compra".
En EEUU las ventas de Tesla ha ido a la baja mes a mes después de que se alineara con el entonces candidato republicano. En Europa su descalabro está siendo notable, con caídas de casi el 80 % en países como Alemania. Musk se ha alienado con partidos de ultraderecha europeos, como Alternativa para Alemania (AfD).
Tesla Takedown: hundir a Musk, y a Tesla por el camino
El boicot a Musk se ha recrudecido desde que ostenta su cargo en el Ejecutivo de Trump dirigiendo el DOGE. Su cometido es el de desmantelar los organismos del gobierno federal que considere prescindibles y así recortar el gasto funcionarial. Esto supone que miles de puestos de trabajo dependen de lo que decida Musk.
Previamente, Musk echó a la calle a cerca de un 10 % de la plantilla de Tesla: unos 14.000 trabajadores. Mayor fue su escarnio en Twitter: desde que tomó las riendas de la plataforma ha prescindido del 80 % de los empleados. No ha hecho amigos precisamente en los últimos dos años.
Ataques a Tesla. Son varios los concesionarios y dependencias de Tesla los que han sido vandalizados en las ultimas semanas. El último ataque lo ha sufrido un centro de servicio en Las Vegas. Incendiaron cinco coches estacionados en las instalaciones y los cosieron a balazos. La policía sostiene que ha sido un incendio provocado: allí encontraron un cóctel molotov sin detonar y, en otro centro de Tesla cercano, alguien pintó con spray en rojo un enorme "Resist".
El de Las Vegas se suma a otros concesionarios como uno de Salem (Oregón) que ha sufrido dos ataques en los últimos días. Asimismo estaciones de Supercargadores han sufrido la ira de activistas.
A finales de febrero comenzó el llamado 'Tesla Takedown', un movimiento que llama a vender acciones de Tesla y así disminuir la fortuna del hombre más rico del planeta. También a no comprar los coches de la marca y a sus propietarios a venderlos. Son muchos los dueños de modelos Tesla que llevan pegatinas de rechazo a Musk en sus coches, aunque también es una manera de proteger sus monturas de vandálicas represalias.
A Tesla showroom was liquidated with bullets in Oregon and the mysterious 2nd Amendment enthusiasts left a note for Musk. 😱 pic.twitter.com/4b4w0PFSov
— Anonymous (@YourAnonCentral) February 20, 2025
Tesla, cuesta abajo y sin frenos. Desde que comenzara 2025, Tesla ha visto caer su valor bursátil al 50 %: en diciembre se fijaba en 1,54 billones de dólares y ahora ha pasado a 800.000 millones de dólares. El propio Musk ha perdido unos 100.000 millones de dólares en dos meses.
Las acciones de la compañía llevan a la baja un 24 % desde enero y se estima pasarán a rondar los 135 dólares. Actualmente hacen lo propio en 240 dólares. Que los inversores ya empiecen a pedir la cabeza de Musk puede ser un punto de inflexión para el sudafricano y la propia Tesla, si la crisis de la marca continua los próximos meses. Y más si cabe con cada vez más competencia en un mercado en el que antes reinaba casi en exclusiva.
Imágenes | Tesla, Elon Musk en X, Anonymous en X