
Una batería con tecnología 10C que puede cargarse a una potencia de 1.000 kW, por lo que solo hacen falta cinco minutos de recarga para tener 400 km de autonomía.
Parece ciencia ficción, pero es lo que ofrecen los dos nuevos BYD que la marca china ha puesto ya a la venta en su mercado local. Ambos se asientan sobre una nueva plataforma compatible con una potencia de carga cuatro veces superior a la que ofrece el Tesla Model Y.
No es una promesa: es tecnología que estará en la calle antes de verano
Dos de las asignaturas pendientes del coche eléctrico frente al coche de combustión son la autonomía y el tiempo de recarga. Hoy por hoy, son dos cuestiones en las que, generalmente, un modelo de gasolina o diésel supera a uno eléctrico porque se necesitan menos de cinco minutos para repostarlo y puede hacer cientos de kilómetros con un depósito (con el diésel es fácil superar los 1.000 km).
Acabar con esta desventaja para el coche eléctrico, o al menos reducirla lo máximo posible, es uno de los principales objetivos de los fabricantes. A lo largo de los últimos años hemos visto avances importantes en este sentido; en términos de autonomía, hay varios modelos a la venta que homologan más de 700 km en ciclo combinado WLTP . Si hablamos de potencia de carga, son muchos los que se pueden cargar de forma ultrarrápida, es decir, a más de 150 kW, de hecho, unos cuantos superan con creces los 200 kW y algunos llegan a picos de hasta 320 kW, como el Porsche Taycan.
Los hasta 320 kW que admite el Porsche Taycan, los 280 kW del XPeng G6 o los 250 kW del nuevo Tesla Model Y no están nada mal. Son potencias que permiten recuperar del 0 al 80% en unos 20 minutos (depende del tamaño de cada batería) y recuperar cientos de kilómetros de autonomía de forma bastante rápida, pero no es suficiente para igualar los tiempos de repostaje de un coche con motor térmico.
En cambio, BYD asegura que sí es capaz de conseguirlo. El gigante chino acaba de presentar su nueva Super e-Platform, una plataforma con tecnología compatible con una potencia de carga de 1.000 kW, es decir, 1 megavatio (MW). Es la primera vez que en el sector del automóvil hablamos de MW y no de kW.
Para soportar semejante potencia de carga, el voltaje de la batería, denominada Flash Charging Battery, es de 1.000 voltios. Es una batería con un multiplicador de carga de 10C, es decir, que puede cargarse a 10 veces la capacidad de la batería por hora; hasta ahora, esa posibilidad parecía algo de ciencia ficción.
Para que lo entiendas mejor, BYD asegura que, a esa potencia, es posible recargar en cinco minutos suficiente energía como para recorrer 400 km, de manera que los tiempos de repostaje de un coche de combustión y de recarga de un coche eléctrico se igualan.
No se trata de una tecnología exclusiva de un prototipo, sino para modelos de producción. Los modelos iniciales de producción que utilizarán esta plataforma serán el BYD HAN L y el BYD TANG L, ambos destinados al mercado chino, y que esta arquitectura les permitirá utilizar un único motor eléctrico de 580 kW, es decir, 789 CV, con el que podrán superar los 300 km/h. Ambos pueden reservarse ya en los concesionarios de BYD de China, según dice CarNewsChina.
Es uno de los pasos hacia delante más grandes que ha dado el coche eléctrico y sitúa a BYD a mucha distancia de sus competidores: es una potencia de carga cuatro veces más potente que la de un Tesla Model Y.
Para aprovechar esta tecnología hacen falta puntos de carga más potentes: BYD lo tiene controlado
Pero hay un problema: no hay puntos de carga que permitan recargar a semejante potencia. En España estamos especialmente atrasados en esta cuestión: hay muchos puntos de 50 kW, bastantes de 120 kW y 150 kW y solo unos pocos que superan los 300 kW.
Al ritmo que vamos, hablar de puntos de carga públicos de 1 MW parece una utopía, simplemente por la burocracia que conllevaría, aunque también tendría precios absurdamente altos, de hecho, los pocos puntos de carga ultrarrápidos que hay en España son carísimos. En cambio, en China van a otro ritmo, por eso allí la adopción del coche eléctrico está a otro nivel.
De inicio, esta plataforma se estrenará en China y todavía no sabemos cuándo llegará a Europa (si es que lo hace). En cualquier caso, no tiene sentido traerla por las limitaciones de la red de carga, ya no solo en España, sino en Europa. Sin embargo, aprovechando la presentación de la Super e-Platform, BYD ha anunciado que planea construir más de 4.000 estaciones de carga ultrarrápida en China.
Se trata de terminales con refrigeración líquida capaces de ofrecer una potencia máxima de 1.360 kW, por lo que serán ideales para sacar el máximo partido a los coches que utilicen la Super e-Platform.
Más allá de estos puntos de carga, BYD ha desarrollado una tecnología de carga dual para actualizar los actuales cargadores rápidos y super rápidos a ultrarrápidos. Con esa tecnología y con el supercargador de 1.360 kW, BYD pretende superar al fabricante chino NIO, que actualmente cuenta con la red de carga más grande de China.
Hay que tener en cuenta que las redes de carga también son un negocio muy lucrativo, especialmente en China, donde el coche eléctrico se está expandiendo tanto y tan rápido, por lo que BYD, que ya es el primer fabricante de coches enchufables del mundo, quiere su trozo del pastel.
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Imágenes | BYD