Tras los dos problemas técnicos en la clasificación de las dos primeras citas de la temporada en el DTM, de cara a la carrera de hoy Miguel Molina podía soñar con una buena carrera en Hungaroring ya que partía desde la segunda línea. Al apagarse las luces, el sueño se convirtió en pesadilla ya que una mala salida le hacía perder demasiadas posiciones.
Pero lejos de hundirse, los primeros giros de Molina nos indicaban que su ritmo de carrera era el mejor de toda la parrilla. Ayudado por la estrategia, decidía salir a carrera con los neumáticos option más blandos, el de Lloret de Mar no tardaba en quitarse rivales de encima hasta conseguir situarse a la estela de un Marco Wittman que tuvo una carrera libre de problemas desde la primera a la última vuelta.
Segunda victoria para el piloto alemán que se coloca líder en la clasificación. Por su parte, Molina volvía al podio tras tres temporadas y consigue su mejor resultado en el DTM que además le permite colocarse cuarto en la general.
El podio lo completaría Bruno Spengler en una magnífica remontada. Y es que tras Wittmann y Molina que vivían un final de carrera plácido, por detrás se juntaban aquellos pilotos que habían decidido comenzar la carrera con los neumáticos blandos y aquellos que optaban por la estrategia contrario. La batalla entre Edoardo Mortara y Timo Glock es sin lugar a dudas de lo mejor de la carrera. Todo lo contrario que si hablamos de Mercedes-Benz. Tras el "milagro" de Oschersleben, hoy el mejor de los de la estrella ha sido Robert Wickens, undécimo.
En la general, Marco Wittmann es líder con 50 puntos seguido de Mike Rockenfeller con 31, el único piloto que ha puntuado en las tres carreras de la temporada, y por Edoardo Mortara, con 27.