Los test invernales de Fórmula 1 acaban de terminar, apenas dos semanas antes de que dé inicio oficialmente la actividad el en Australia. Los equipos han tenido que apurar los ocho´días de entrenamientos para poner a punto sus coches y para que los pilotos novatos aprendan todo lo necesario para no fracasar en sus primeras carreras en la F1.
Desde hace años, la prohibición de los test privados en Fórmula 1 ha lastrado a la categoría en la que hemos visto debutar a pilotos con prácticamente nada de experiencia a manos de unos de los monoplazas más potentes del mundo. ¿Está la Fórmula 1 perdiéndose a grandes pilotos en su empeño de ahorrar costes?
El WEC y Fernando Alonso como ejemplo
La pasada temporada Fernando Alonso debutó en las 500 Millas de Indianápolis y en las 24 Horas de Daytona. Jamás había competido antes en un Indycar en un óvalo y su experiencia en resistencia, era muy corta. El español pudo subirse al coche antes de llegar a una sesión oficial en ambas competiciones.
De cara al Campeonato del Mundo de Resistencia, Fernando no deja de sumar kilómetros a manos del Toyota. De hecho, esta misma semana ha retomado su plan de preparación tras aparcar su McLaren, que le ha dado más tristezas que alegrías.
Si algún piloto hubiese querido hacer lo que el asturiano ha hecho pero en Fórmula 1, hubiese sido prácticamente imposible. Si no, mirad a André Lotterer que disputó su primera carrera tras haber probado el Caterham solo en el simulador. Y qué decir de Di Resta, que tras ponerse enfermo Felipe Massa en el pasado Gran Premio de Hungría, tuvo que subirse a un coche en el que no se había sentado antes.
La Fórmula 1 necesita sangre nueva
En Fórmula 1, esta temporada hay dos debutantes. Charles Leclerc -la joven promesa de Ferrari- que competirá junto a Alfa Romeo Sauber- y Sergey Sirotkin, que correrá con Williams. Ambos pilotos han tenido ocasión de rodar en alguna sesión de entrenaminetos libres -talonera mediante- y cuentan con suficiente experiencia como para no ser un peligro para sus compañeros.
En los últimos años la categoría reina está teniendo serios problemas para renovar la parrilla. Las jóvenes promesas además de necesitar un importante maletín que les subvencione su participación en las categorías soporte, necesitan también pagar por los asientos de piloto reserva que algunos equipos con problemas económicos ponen a la venta.
Hace un par de años, a fin de dar más oportunidades a los rookies, la Federación Internacional de Automovilismo aprobó algunos entrenamientos post gran premio, donde del total de jornadas, los pilotos oficiales solo pueden rodar ciertos días. Pero no nos engañemos, los cuatro días que hay programados para 2018, no dan para mucho. Además si se rompe el coche en esos entrenamientos, han pagado una millonada para nada.
Ahorrar costes en F1 sí, pero de otra forma
Más le valdría a la Fórmula 1, ahora que Liberty Media parece empeñada en poner todo patas arriba, en encontrar una nueva forma de ahorrar costes. Es necesario que se replanteen este asunto porque solo juega en detrimento de la categoría y por tanto, del espectáculo.
Sería preferible, por ejemplo, que recortaran una jornada de entrenamientos libres, y que le dieran más días de test a las futuras promesas. Para probar un nuevo aletín o un nuevo apéndice aerodinámico, no creo que sea necesario un Lewis Hamilton o un Sebastian Vettel.
Además, si hablamos de costes, ¿cuánto les cuesta a los equipos desarrollar todas las piezas que luego tienen que probar en el túnel del viento? Y esto, aunque se limitó, no se ha prohibido. Porque saben que es necesario.
