Allá por 2009, Max Mosley revolucionó a la Fórmula 1 con su propuesta de límite presupuestario. Bajo la idea de un presupuesto limitado a 40 millones de euros, consiguió que muchos fueran los proyectos interesados en hacerse un hueco en la Fórmula 1.
El problema para el británico fue que para su propuesta no contó demasiado con la opinión de las grandes escuderías, algo que no gustó demasiado y que provocó un conato de excisión y de creación de un campeonato paralelo por parte de las principales escuderías de la parrilla.
Al final, la sangre no llegó al río y la Fórmula 1 siguió por el camino previsto y sin ningún límite presupuestario. En ese momento, el problema era que Mosley ya había prometido un hueco en la parrilla a varios equipos que contaban con los 40 millones de euros. Por ello, 2010 será recordado como el año del nacimiento de las "nuevas" escuderías: Hispania Racing F1 Team, Virgin Racing y Lotus F1 Racing.
Hispania (luego HRT) aguantó tres temporadas antes de desaparecer dejando a Marussia y Caterham con las dos únicas cenicientas de la parrilla en la lucha por el tan ansiado décimo puesto en la clasificación de constructores.
Pero ayer, tras cuatro temporadas completas, y seis carreras de la quinta, por fin, Marussia F1 Team (nacida como Virgin Racing) ha conseguido los primeros puntos de su historia que además representan los primeros puntos de las aún llamadas "nuevas" escuderías.
Han sido cuatro temporadas en las que su única lucha ha sido entre ellos, por llegar a la temporada siguiente (el cambio reglamentario tampoco les ha ayudado a acercarse al pelotón) o por meterse en la Q2. Un duro vagar por el desierto hasta que Jules Bianchi consiguiera en las calles de Montecarlo lo más parecido a una victoria.