No pasaban ni unos minutos desde que Nico Rosberg se hiciera con la pole-position cuando llegaban los primeros rumores sobre una investigación de la FIA. Y es que la pasada de frenada de Rosberg en Mirabeau no ha gustado del todo. Ver como Lewis Hamilton, ni siquiera lo saludaba tras bajarse del monoplaza, era evidencia de que el "error" tampoco había caído bien en el seno del equipo. Las banderas amarillas habían acabado con las opciones de pole del británico.
La maniobra, que recuarda al Gran Premio de Mónaco de 2006 en el que Michael Schumacher decidió aparcar su Ferrari en la Rascasse, está siendo investigada en dos sentidos. El primero, sí fue algo premeditado por parte de Rosberg y el segundo, la maniobra marcha atrás que obligó a los comisarios a ondear las banderas amarillas y que acabó con todas las opciones de mejorar sus tiempos a buena parte de los pilotos presentes en la Q3.