Para la Fórmula 1, la temporada 2004 representa la dominación de Ferrari. De hecho, es el último año en el que se vivió una "paliza rossa" en forma de victorias y dobletes que se repetían domingo tras domingo. Michael Schumacher solía ser el triunfador pero en algunas ocasiones, su compañero de equipo era quien probaba la madera del escalón más alto del podio. Como en el Gran Premio de China, donde Rubens Barrichello mantuvo el dominio de Ferrari en un mal fin de semana del ya heptacampeón alemán.
La Fórmula 1 llegaba a China con todos los campeonatos decididos y con la única emoción de ver quien ocuparía la tercera posición del campeonato de pilotos y qué equipo sería subcampeón de constructores. Esta última lucha estaba particularmente emocionante, con BAR y Renault con poca diferencia de puntos entre ellos... aunque con el equipo británico partiendo con una ligera ventaja tanto de puntos como de rendimiento general.
Además, a ello había que añadir el despido de Jarno Trulli que le quitaba a Renault un piloto capaz de estar arriba. Su reemplazo, un Jacques Villeneuve en horas bajas, no podía dar el rendimiento necesario para que el equipo francés llegar al subcampeonato y en China ya quedó claro. Por lo demás, la lucha seguiría en el nuevo circuito de Shanghai, en el que cierto piloto alemán esperaba ganar para ampliar el número total de paises en los que había triunfado.
Pero no fue así y la primera sorpresa fue el trompo en la sesión clasificatoria que dejaba al mayor de los Schumacher en última posición. Saldría desde el pit-lane, mientras que Rubens Barrichello marcaba la pole position por delante de Kimi Räikkönen y Jenson Button. Felipe Massa empezaba a mostrar su talento con un sorprendente cuarto puesto por delante de Ralf Schumacher y Fernando Alonso era sexto. La carrera en sí tuvo poca historia por delante.
Barrichello dominó a placer con su F2004 y solo cedió el liderato cuando paró en boxes antes que sus rivales, dejando a Jenson Button el protagonismo mediático durante un puñado de vueltas. El británico no andaba muy por delante del McLaren de Räikkönen, que había mejorado en la segunda mitad de temporada y hacía del finlandés un rival serio. Al final, la gestión tranquila de Barrichello le hizo llegar un segundo por delante del BAR-Honda de Button, que a su vez cruzaba la línea de meta tan solo cuatro décimas por delante de Räikkönen.
Fernando Alonso hizo valer su talento y el rendimiento del Renault en carrera para ser cuarto e imponerse a un veloz pero aún poco constante Felipe Massa que bajó hasta la octava posición final. Entre ellos, Juan Pablo Montoya, Takuma Sato y Giancarlo Fisichella, que usó su experiencia para superar a su compañero de equipo en Sauber. Los Jaguar, cuyo equipo había oficializado su marcha de la Fórmula 1 a finales de año, tuvieron una carrera para olvidar. Era el principio del fin de la transformación de oruga verde a colorida "mariposa toro".
¿Y Michael Schumacher? Saliendo desde el pit-lane y teniendo que abrise paso entre la "multitud" (tampoco tanta porque en 2004 había veinte coches), no pudo llegar a la zona alta de la clasificación. En una época donde a pesar del dominio ferrarista, las diferencias entre los mejores y peores coches eran pequeñas (los diez primeros del sábado en un segundo), el alemán se quedó con las ganas de más. Solo pudo terminar en duodécima posición.
El heptacampeón tendría la oportunidad de "vengarse" con una victoria contundente en el siguiente gran premio en Japón pero lo de China quedó como el único gran error de su temporada 2004 y el otro mal resultado junto al de Mónaco, donde un malentendido con Juan Pablo Montoya detrás del coche de seguridad terminó con su abandono. En cuanto a la clasificación del campeonato, BAR-Honda aprovechaba el podio de Button para distanciarse ligeramente de Renault aunque la lucha seguía en pie.
La Fórmula 1 había desembarcado en China y empezaba su lento despertar en Asia, más allá de la siempre popular carrera (o carreras, según el año) en Japón. Un despertar que ha transformado el campeonato del mundo. De los diez grandes premios europeos y cuatro asíaticos de 2004 pasamos a tener, diez años más tarde, ocho grandes premios europeos y siete asiáticos. Cuánto hemos cambiado, que se suele decir... ¿no es cierto?