Cada vez falta menos para que arranquen los motores en la primera carrera del año en Fórmula 1. A escasas dos semanas de que de comienzo el Gran Premio de Australia y después de haber visto las primeras vueltas de los coches de 2018, nos centramos en las caras nuevas de la parrilla. Este año son dos: Charles Leclerc, Campeón de la Fórmula 2 y la joven promesa de Ferrari y Sergey Sirotkin, un hombre que tras años rondando a la categoría ha conseguido por fin un asiento.
Ellos serán los que tendrán que sufir las novatadas de los más veteranos de la parrilla. Llegan lo bastante preparados, teniendo en cuenta que la reglamentación de la Fórmula 1 prohibe los test privados a los equipos y que las sesiones para los jóvenes son contadas. Ambos, por suerte, se habían subido a un Fórmula 1 antes de la pretemporada, pero seguro, que no lo van a tener nada fácil.
Charles Leclerc, una promesa con mucho futuro en la F1
Ya a mediados de la pasada temporada os contamos que Charles Leclerc iba a por un asiento en Fórmula 1 en 2018, ¡y lo ha conseguido! Tras dominar la Fórmula 2 donde nos dejó grandes recitales de conducción y nos mostró su gran habilidad para el manejo de los neumáticos, tendrá ahora que confirmar que Ferrari no se equivocó al apostar por él y no por su excompañero de equipo y de programa en la Scuderia, Antonio Fuoco.
Nacido en Montecarlo en 1997, se inició en el karting del padre del fallido piloto de Fórmula 1 Jules Bianchi, a los cinco años. Después de ir escalando posiciones primero a nivel nacional y posteriormente internacional, dio el salto a los monoplazas en 2015 en la Fórmula 3, donde se convirtió en el mejor rookie del año. Un año después, Ferrari le llamó para formar parte de su academia de jóvenes pilotos. Desde entonces, sigue acumulando victorias, evento tras evento.
En 2016 se alzó con el título de la GP3 tras llevarse tes victoria y ocho podios a lo largo del año. Tras los resultados obtenidos, el salto a la Fórmula 2 era el paso más lógico para seguir en su empeño de llegar a la Fórmula 1.
Y el monegasco no decepcionó. Se proclamó Campeón con 282 puntos, a sententa del segundo clasificado Artem Markelov. Siete victorias y diez podios que le auparon a lo más alto de la esfera internacional del motor.
La llegada de Alfa Romeo a Sauber le facilitó la entrada en el equipo de origen suizo y su fichaje no tardó en hacerse público. Como compañero de equipo tendrá a Marcus Ericcson que va camino de su quinta temporada en la máxima categoría.
Sergey Sirotkin, con mucho que demostrar
Sergey Sirotkin y Lance Stroll forman la alineación de pilotos más joven de la parrilla. Tras la retirada de Felipe Mass, el equipo capitaneado por Claire Williams tuvo que elegir entre tres grandes contendientes al asiento. Robert Kubica, tras los test hechos con Renault, parecía ser el que más papeletas tenía para llevarse el asiento, incluso por delante de Paul Di Resta, que como tercer piloto sustituyó a un indispuesto Felipe Massa en el pasado Gran Premio de Hungría.
Sin embargo, los apuros económicos por los que atraviesa gran parte de la parrilla y la ausencia de capital por parte de Kubica, terminaron poniendo en bandeja el asiento al piloto ruso Sergey Sirotkin. Tras años de esfuerzos por conseguir un hueco, en los que pasó por Renault y Sauber como piloto de desarrollo, su gran oportunidad se le presentó al final de la pasada temporada.
Su historia es similar a la del resto de pilotos. Comenzó a dar sus primeros pasos en karting en 2008 donde no tardó en conseguir sus primeros éxitos. Dio el salto a los monoplazas en la Formula Abarth junto al equipo Jenser Motorsport. Antes de llegar a la ya extinta GP2 pasó por otras compeciones como la Auto GP World Series, Fórmula 3, Fórmula Renault 3.5.
En GP2 consiguió auparse a la tercera posición del Campeonato en 2015 y 2016. Desde entonces, se centró en encontrar un asiento.
Su primera participación en Fórmula 1 fue en 2014. En el Gran Premio de Rusia tomó parte en su primera sesión oficial de entrenamientos libres junto al equipo Sauber, tras un año como piloto de pruebas en el equipo entonces dirigido por Monisha Kalternborn.
En 2018 tiene un importante reto por delante. Su mano a mano en temas económicos con Robert Kubica no le han dejado en muy buena posición por lo que tendrá que demostrar en pista que vale algo más que varios millones de euros.