Una de los problemas que están teniendo los pilotos con las nuevas gomas lisas es precisamente la degradación crónica de los neumáticos traseros. El cambio a neumáticos slick no ha venido acompañado por una adecuación de las dimensiones de las gomas, y al parecer, los monoplazas han visto acusada su tendencia al sobreviraje al tener más agarre delante que detrás.
De este modo, las tandas largas de los primeros test de pretemporada han sido unas pruebas de lo más exigentes para las gomas traseras, sobre todo en Jerez, un circuito que ya tradicionalmente pone a prueba el tren tarsero de los Fórmula 1. De todos modos, el ingeniero jefe de Bridgestone, Jun Matsuzaki, está convencido de que las escuderías encontrarán los reglajes adecuados para tratar mejor las gomas traseras.
Sobre los problemas encontrados por diversos pilotos en Jerez, Matsuzaki recordó además que "en Jerez en diciembre hace más frío que lo que veremos durante la temporada, así que se sufrió de graining en las gomas traseras y esto perjudicó aún más la degradación de lo que hubiéramos visto con un tiempo más cálido".
De todos modos, el balance entre las gomas delanteras y traseras es algo que en Bridgestone parecen haberse estudiado más que bien: "Aunque la construcción de las gomas traseras fue actualizada por el cambio a slicks para mantener el balance entre delante y detrás, el balance del grip originado por los neumáticos todavía tiende un poco al sobreviraje, pero eso es algo que será contrarrestado con los reglajes del monoplaza cuando los equipos aprendan a usar este tipo de gomas".
Lo que parece claro, es que las gomas serán aún mucho más importantes en 2009, ya que el que sepa cuidar sus neumáticos con más finura, ahora tendrá un premio mayor, al proceder de ellos un mayor porcentaje del grip total del monoplaza debido a las restricciones aerodinámicas.
Vía | Autosport
