Una de las principales máximas de las 24 horas de Le Mans es que para llegar primero, primero hay que llegar. Si no cruzas la meta una vez se cumplen las 24 horas de competición, no podrás ser declarado ganador, aunque tu rival haya recorrido menos distancia.
Pero con una parrilla con tal cantidad de vehículos, 54 en 2014, los doblados o los vehículos que ruedan más despacio con algún problema se convierten en verdaderos obstaculos. Ayer, Leo Roussel, piloto de Pegasus Racing, pudo comprobarlo en sus carnes cuando, al tratar de evitar al Audi R18 e-tron quattro de Lucas Di Grassi (que rodaba lento tras un accidente), sufrió un aparatoso accidente. A continuación los vídeos con el pequeño incidente del piloto brasileño y con el posterior golpetazo del Morgan-Nissan del equipo alemán.