Aparte de todo lo visto en el Antic Auto Alicante, hubo un coche que casi me hace olvidar todo lo que ví allí. De hecho, bromeando con Esteban y con Luis a la salida, les comenté que yo solo había visto un coche naranja, que hubo un rato que el recinto se quedó vacío para mí.
Ese coche, como os imaginaréis, es el 1966 Ford Mustang GT Fastback de la imagen, que si ya de por sí es un coche que me llama la atención (nótese la ironía), si tiene la historia que tiene este coche, lo hace más aún.
No es que sea un clásico o que sea el coche de mis sueños, es que este coche es único en el mundo. Vale, Fastbacks del ‘66 deben haber unos cuantos todavía (se fabricaron unas 36.700 unidades), pero ninguno como este, ya que fue un encargo especial a Ford.
Lo encargó el señor James Quattebaum a Ford, con un color e interior en concreto. Este señor era el dueño del restaurante Mustang Inn en Virgina, y como su nombre indica, estaba decorado con motivos del pony car de Ford en naranja y beige. Así que este fanático de los Mustang pidió su deseo a Ford y se le concedió, llevándose a casa el primer Mustang naranja de la historia.
Su número de identificación acredita que es único, así como las cartas oficiales de Ford que tiene en posesión su dueño acreditanto su autenticidad. Es más, las llaves que lo arrancan siguen siendo las mismas que las que recibió su dueño en el ‘66.
Destacar que el coche estaba impecable, con una carrocería brillante como un espejo y un interior que seguía oliendo a nuevo. De hecho, cuando el conocido coleccionista de Mustangs Douglas Cooper comenzó a restaurarlo en 1984 y tras darse cuenta que se trataba de una edición especial, lo restauró para concurso, guardando hasta el más mínimo detalle de su configuración original.
En este enlace podréis leer toda su historia.
Le pasé mi tarjeta a su dueño, que es también alicantino, para que cuando tuviese una mañana libre, me llamase para hacerle un reportaje de fotos y vídeos como este coche se merece. Así que espero que esta no sea la última vez que lo veáis en MotorPasion.
Por cierto, ¿he oído por ahí algo de parecidos razonables? Si es que no lo puedo evitar, al final tendrá que ser mío… Este no, que seguro que el presupuesto no me llegaría ni en dos vidas, pero uno más normalito caerá algún día.