Cada año, la DGT nos ofrece las cifras de siniestralidad en las carreteras españolas. Aunque la pérdida de vidas es el dato que más tenemos que lamentar, también se concede una gran importancia a aquellas víctimas que consiguen sobrevivir. Las graves lesiones que se sufren en algunos casos también suponen un gran drama humano, por lo que las instituciones y los fabricantes no pierden esfuerzos por tratar de reducirlas al máximo.
Las lesiones más habituales causadas por un accidente de tráfico
Según la DGT, las lesiones en el torso son las que más sufren las víctimas en las carreteras españolas, tanto las mortales como las que sobreviven, y las de médula las menos frecuentes, aunque no por ello son menos graves. Vamos a ver en cada caso cuáles son las consecuencias para las víctimas.
Lesiones en torso y tórax
Aquí hay que distinguir entre el traumatismo torácico, que puede suponer la rotura de grandes vasos y afectación de la vía aérea, y el traumatismo abdominal, que puede afectar a los órganos internos (principalmente al hígado y al bazo).
Hay que tener especial cuidado con las lesiones cerradas
En cualquiera de los casos, hay que tener especial cuidado de las denominadas lesiones torácicas cerradas, que no se manifiestan exteriormente y son difíciles de detectar.
También son frecuentes las fracturas de costillas si no se usa el cinturón de seguridad correctamente.
Lesión cerebral
Estamos hablando principalmente de los traumatismos craneoencefálicos (TCE), en los que se producen pérdidas de la consciencia y fractura craneal en el momento del accidente. La gravedad de este tipo de lesiones varía entre la recuperación total tras el periodo de recuperación, y el estado vegetativo del paciente.
Están dentro de los llamados Daños Cerebrales Adquiridos (DCA), porque irrumpen de manera repentina en la vida de la víctima, pudiendo afectar a su autonomía y su calidad de vida.
Lesión en cabeza, cuello y cara
Nos referimos a rasguños, abrasiones y fracturas (en los casos más graves) producidos principalmente por los golpes contra el salpicadero o el parabrisas.
Otras consecuencias son las perforaciones causadas por algunas partes metálicas del vehículo, que pueden comprometer arterias vitales o el propio aparato respiratorio.
Lesión en extremidades
Aunque son más frecuentes las fisuras o esguinces de muñecas, rodillas, etc, en accidentes de gravedad son comunes también las fracturas abiertas e incluso las amputaciones. Los motoristas son más propensos a sufrir más lesiones de gravedad en extremidades.
En el proceso de recuperación, también suelen ser necesarias largas sesiones de rehabilitación y fisioterapia.
Lesión en la columna vertebral
Las vértebras son de las grandes perjudicadas cuando se produce un accidente de tráfico, sobre todo en aquellos que se producen por alcance con otro vehículo. Entre las lesiones más habituales se encuentra el esguince cervical (llamado a menudo latigazo cervical), producido por la flexión brusca del cuello.
El esguince cervical puede acarrear otros daños como dolores de cabeza o mareos
La recuperación suele ser lenta debido a la delicadeza de las vértebras, y suele requerir inmovilización y el uso de collarín durante el proceso.
También puede acarrear otros daños como dolores de cabeza, mareos, dolor cervical… incluso alteraciones en el estado de ánimo.
Lesión en la médula espinal
Cuando la lesión en la columna es especialmente grave, pueden producirse daños en la médula espinal, siendo las lesiones internas y las fracturas por impacto las causas más comunes.
Las lesiones de médula pueden producir paraplejia, tetraplejia, hemiplejia...
A diferencia de las lesiones propias en las vértebras, en este caso es el tejido nervioso el que se ve afectado. Como es este tejido nervioso el encargado de transmitir las órdenes del cerebro a las distintas partes del cuerpo, podemos encontrar distintos grados de lesiones dependiendo de la zona medular afectada: paraplejia, tetraplejia, hemiplejia…
En la recuperación, la rehabilitación con fisioterapia cobra una especial importancia, no sólo para recuperar la movilidad (que en ocasiones es irreversible) sino también para evitar deformidades o problemas respiratorios.
Cómo podemos nosotros reducir las lesiones de un accidente
Aunque parezca mentira, en nuestra mano está el poder evitar muchas de estas lesiones, tan solo con mantener una buena postura en el asiento. ¿Recuerdas los consejos sobre cómo sentarnos en los cursos de riesgos laborales que nos imparten en el trabajo? Dentro de un vehículo es igual, seamos el conductor o no, y con el agravante de que un accidente de tráfico llevará al límite nuestra propia resistencia. Veamos algunas de las pautas que podemos seguir para reducir al máximo los daños.
Altura del asiento: Como en muchos aspectos, lo ideal es un término medio. Debemos tener el asiento lo suficientemente alto para tener una buena visibilidad de la carretera, pero también lo suficientemente bajo para poder visualizar con facilidad el cuadro de mandos. Además, una altura adecuada hará que el cinturón de seguridad nos agarre mejor en caso de impacto.
Distancia del asiento con los pedales: Debemos situarnos a una distancia que nos permita pisar el embrague a fondo con facilidad, pero que también podamos tener las piernas ligeramente flexionadas. De esta forma, además de ganar en comodidad y evitar agarrotamientos, conseguiremos que nuestras piernas y no nuestra cadera absorban el impacto en caso de choque frontal.
Posición del respaldo: Ni como en la silla del comedor ni como en el sofá del salón. Nuestro asiento debe estar recto pero ligeramente echado hacia atrás, lo justo para que nuestra espalda y cabeza estén perfectamente apoyados. De estar muy reclinados, en caso de choque frontal podríamos escurrirnos del cinturón de seguridad y que éste nos ahorque a la altura del cuello.
Altura del volante: Por supuesto, debemos poder sentarnos sin que nuestras piernas o nuestra barriga choquen con el volante. Pero también que podamos sujetarlo con facilidad y comodidad en la famosa posición del reloj a las diez y diez. Si vamos con los brazos muy extendidos, aumenta el riesgo de fracturas en caso de colisión.
Seguridad pasiva para reducir las lesiones causadas en un accidente
Por supuesto, otra cosa que debemos hacer sí o sí es hacer uso de los sistemas de seguridad pasiva, y tenerlos en las condiciones adecuadas de mantenimiento. Ya hemos visto en Espacio Toyota que estos sistemas son los diseñados para, una vez que se produce el accidente o percance, tratar de reducir al máximo posible los daños y lesiones producidos como consecuencia del mismo. Entre ellos encontramos algunos clásicos, como el cinturón de seguridad, el airbag o el reposacabezas (cuya función no es ir más cómodos en el coche sino evitar el esguince cervical). Son tan sencillos y elementales que nos cuesta creer que hace unos años algunos no vinieran de serie en los automóviles o que aún haya gente que no haga uso de ellos (como el 20% de los españoles que aún no se ponen el cinturón de seguridad).
Por suerte, muchos de estos sistemas, aunque básicos, han sido mejorados con el avance de la tecnología. Por citar algunas innovaciones incluidas por Toyota en sus vehículos, encontramos el pretensor pirotécnico, que ajusta la fuerza del cinturón de seguridad cuando detecta un impacto. También ha mejorado el airbag, que ahora se multiplica en varios para cubrir zonas específicas de nuestro cuerpo. O los asientos ergonómicos, que extienden a toda la silla la función del reposacabeza de evitar el temido latigazo cervical.
Pero la seguridad pasiva va más a allá de componentes que se puedan añadir y mejorar, y el vehículo entero es concebido ya como un elemento más de seguridad. Las plataformas como la TNGA de Toyota se diseñan ya con deformación programada, esto es, que se deforme ante el impacto de una determinada forma de tal manera que absorbe la mayor cantidad posible de la fuerza, y evitar así que se transmita al interior del habitáculo. También es de reseñar el uso en las pruebas de choque del THUMS o Total Human Model for Safety, modelos de realidad virtual que mejoran la función de los tradicionales dummies.
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