En abril de 1989, Toyota dio vida a una serie de instalaciones con motivo de su 50 aniversario. Una de las más importante fue el museo de automovilismo que acoge, de forma permanente, hasta 140 coches de toda clase de tipos, orígenes y características. No estamos hablando, en absoluto, de un museo creado por la compañía para su propio regocijo y disfrute, sino de un museo creado para contar la evolución del automovilismo como parte fundamental de nuestra historia.
En los cerca de 47.000 m2 que ocupan los distintos edificios y sus inmediaciones, encontramos cuatro divisiones fundamentales a tener en cuenta a la hora de una visita. La primera de ella, en la primera planta, es la zona de los coches más simbólicos, aquellos iconos que han marcado una época. En segundo lugar, subiendo escaleras, una sección dedicada a los automóviles de origen americano y europeo. Ya en la tercera planta, nos encontramos con una muestra de algunos de los más famosos coches japoneses y, por último, en un anexo construido posteriormente, una recopilación de vehículos relacionados con un estilo de vida. Pero concretemos un poco más, ¿qué coches podrías ver en tu visita a Japón? ¿sabías que Leonardo Da Vinci esbozó ya en 1480 un primer "coche"? ¿un deportivo como regalo de la reina a Alfonso XIII?
El "coche" de Leonardo Da Vinci
Terminaríamos antes si contáramos en qué disciplinas Leonardo Da Vinci no era un genio. Sin duda alguna, el diseño era uno de sus puntos fuertes y sus innumerables croquis y planos siguen hoy dando mucho de que hablar. Sobre estas líneas tenéis uno de los coches más rudimentarios que hayamos visto, con un rudimentario sistema de engranajes y de dirección. No tenía ningún tipo de propulsor (recordad que estamos en 1480) pero podía transmitir fuerza manual durante un breve instante.
Baker Eléctrico de 1902
¿Creías que el uso de la energía eléctrica en automovilismo es un movimiento actual? En absoluto. A principios del siglo 20, la patente obtenida por George William Selden sobre los coches de gasolina hacía que producir este tipo de vehículo fuera extremadamente caro. Es por ello que fabricantes como Baker Electrics decidieran tomar la tangente y continuar por otro camino. Este modelo declaraba 1Kw de potencia y podía llegar hasta los 40km/h pese a sus 436Kg. Cuentan en el museo, que llegaron a ser relativamente populares entre las damas de entonces.
En el mismo período encontraremos modelos del famoso Ford T o del Isotta-Fraschini Tipo I, un coche de origen italiano que ya apuntaba maneras.
Hispano-Suiza Alfonso XIII
Esta bellísima máquina de 3620 cm3, cuatro cilindros en línea y 64 CV, es una de las joyas de la industria hispana. En 1910, Hispano-Suiza se hizo con su primera victoria en la Coupe de l'Auto. Utilizando la base de aquel bólido, se produjo el Type 15T que fue otorgado por la reina como regalo a Alfonso XIII. Desde entonces, se le conoce como el Alfonso XIII y tiene el peculiar honor de estar considerado el primer deportivo puesto en producción en serie de la historia.
Morgan Aero de 1922
Este vehículo de tres ruedas montaba un propulsor de moto de 961 cm3 en V con una potencia máxima cercana a los 10 CV. Destacaba por la facilidad de montaje y la simplicidad de su diseño, algo que lejos de restarle protagonismo, lo hizo lo suficientemente popular como para estar en producción durante casi 40 años sin cambios radicales.
Alfa Romeo 6C 1750 Gran Sport
Seguramente ya conoceréis la Mille Miglia, de unas de las carreras más importantes del panorama de competición que tuvo lugar en Italia entre 1927 y 1957. Fue parte del calendario de Grand Prix y una columna fundamental de los cimientos para el desarrollo de la pasión italiana por el motor. Fue allí donde las compañías del país transalpino consiguieron consolidar su categoría, entre ellas, Alfa Romeo. Entre las paredes del museo Toyota nos topamos con un motor V6 sobrealimentado de 1750 cm³ con un pico de 85 CV. Se trata del Alfa Romeo 6C, un deportivo que en manos de Tazio Nuvolari consiguió acabar la Mille Miglia con una media por encima de los 100Km/h.
Toyota 2000GT
El primer súper-deportivo de origen japonés también está presente en las instalaciones niponas. El que fuera el coche de James Bond y fuente de inspiración para la creación del GT86, presenta una entrega 150 CV gracias a su motor de seis cilindros y 1988 cm3 (de ahí su denominación).
Aunque el museo nos queda, a nosotros los ibéricos, algo lejos, siempre podemos acudir a la lista de vehículos que encontramos en su propia web. Hasta 140 unidades de lo más variopintos, desde el Citroen 2CV al Ford Mustang, pasando por el Toyota Prius. Podéis encontrar información sobre precios, horarios de apertura y una guía completa el sitio para no perderse ni un detalle.