
Robots reemplazando a operarios en fábricas de coches u otros empleos que hasta ahora desempeñaban personas. Esta temida distopía está cada vez más cerca. Tesla, BMW o Mercedes ya tienen listos robots humanoides que pretenden poner a funcionar en sus plantas: operarios incansables que no se quejan, ni piden aumentos de sueldo o mejoras del convenio.
Honda se quiere sumar a esta moda en su nueva fábrica de China, que recurre a la alta automatización y a la inteligencia artificial. Esta planta presume de requerir casi un tercio menos de operarios humanos. Las marcas de coches necesitan producir más y más barato: prescindir de empleados es una de las medicinas para lograrlo.
"Aprovecharemos los coches eléctricos para cambiar la forma en que fabricamos automóviles"
Honda quiere cambiar su forma de producir coches en China. Su filial allí es GAC Honda Automobile, una empresa conjunta en la que suma fuerzas con la marca china Guangzhou Automobile Group (GAC). Y por tanto, recurre a su tecnología. No solo en lo que toca a coches, también en procesos de fabricación.
GAC Honda Automobile acaba de inaugurar esta semana su nueva fábrica de coches eléctricos en la ciudad de Cantón (Guangzhou en chino), que estuvo lista a finales del año pasado. Promete dar salida a 120.000 modelos al año y este miércoles comenzó a producir el Ye P7, un SUV eléctrico con el que pretende salvar sus pobres ventas en China.
Honda necesita vender allí muchos más eléctricos: en 2024 sus entregas en este mercado cayeron casi un 31 % con 852.269 modelos, de los cuales solo unos 10.000 fueron eléctricos puros. Esta planta será clave para aumentar su volumen de cero emisiones. Asimismo para ahorrar dinero y mejorar la rentabilidad de GAC Honda Automobile, que prevé pérdidas de millonarias en inversiones en la República Popular.
Un tercio menos de trabajadores humanos. "Aprovecharemos la electrificación como una oportunidad para reestructurar la forma en que producimos vehículos. La clave es reducir los costes fijos al máximo", señalaron desde GAC Honda durante la presentación de su nueva factoría de Cantón. En esta fábrica la mayoría de procesos están automatizados con robots o máquinas operadas por inteligencia artificial.
Por ejemplo recurren vehículos robot automatizados AGV (Automatic Guided Vehicle por sus siglas en inglés) para transportar las piezas de carrocería por la planta, así como las baterías de los coches. Tareas que antes requerían de operarios para trasladar las plataformas de transporte. La marca también ha recurrido por primera vez a tecnología basada en IA para las soldaduras.
Honda presume de que su nueva factoría necesita un 30 % menos de personal respecto a sus factorías tradicionales. Es decir que con ello se ahorra poco menos que un tercio de sueldos. Despedir empleados siempre ha sido una fórmula recurrente para ahorrar costes. Ahora directamente, cada vez se necesitan menos.
Esta tendencia es habitual en las nuevas factorías chinas, y en general en las plantas más modernas. La de Xiaomi que da salida a su único coche eléctrico, de momento, dispone de un 91 % de automatización y fabrica un coche cada 76 segundos. La de Tesla en Shanghái lo está al 95 %.
Las marcas de coches sueñan con fábricas con robots en vez de empleados
Más allá de robots de transporte y de sistemas mecanizados, esta factoría integrará en un futuro cercano robots humanoides. La propia GAC ha desarrollado un avanzado androide que presentó en diciembre. Estos robots, como es habitual, prometen "mejorar la eficiencia y las capacidades del trabajo humano".
El robot de GAC es el GoMate. Se trata de un androide autónomo operado por Inteligencia Artificial, pero que a diferencia de otros dispone de ruedas en vez de pies. Cada una de sus piernas se asienta en dos ruedas, con posición modificable: puede apoyarse en dos o en cuatro. La última configuración está pensada para recorridos más complejos como subir escaleras o entornos concurridos.
Por lo demás, imita la forma humana con brazos y manos de dedos prensiles, que le permiten cargar o arrastrar más peso que un operario de carne y hueso. Además, se señala que su batería le permite trabajar sin descanso seis horas entre cada carga.
En su presentación GAC señaló que empezará a probar estos androides en fábricas para que vayan sustituyendo poco a poco a personas. Para ello se adecuarán las propias plantas. Y se espera que en 2026 una producción a pequeña escala de estos robots ya esté operando.
¿Adiós a empleados en fábricas de coches? Para que androides de este tipo sustituyan por completo a humanos aún queda: el coste de la IA es hoy por hoy tan alto que a las empresas les es aún mucho más rentable contratar a personas. Además de que estos robots son más limitados en tareas que los humanos. Pero según avance esta tecnología, y a las empresas les salgan los números, eso cambiará.
Según Según Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), el 40 % de los empleos podrían desaparecer, o cambiar, por la irrupción de la inteligencia artificial. O incluso en un 60 % en países desarrollados. Igualmente advierte que abrirá aún más la brecha de desigualdad entre puestos de trabajo, favoreciendo a los de sueldo alto pero reduciendo los de mano de obra.
Tesla también quiere que su robot Optimus se convierta en el empleado estrella de sus factorías: si bien lo venderá al público como asistente (que promete rondará los 20.000 euros), primeramente los probará como operarios en sus plantas. Sus androides hicieron de camareros en la presentación del Tesla Cybercab, aunque no estaban operados por IA sino por personas como si fueran marionetas.
Imágenes | GAC, Figure