La nieve no termina con la diversión; la duplica. Lo único que hace falta es tener buena mano para controlar el volante y un coche digno de bailar en las curvas de paisajes helados. Antes de que el frío termine congelándonos hasta las ideas, buscamos los ocho deportivos modernos que por sus características molaría conducir sobre hielo y nieve.
Tracción trasera o en las cuatro ruedas; cambio manual o automático; motores de ocho, seis, cuatro e incluso tres cilindros con propulsión eléctrica; hatchback, coupé, SUV o una mezcla de todos los anteriores... Las combinaciones son infinitas. Tómate tu tiempo para elegir tu deportivo favorito para conducir sobre nieve; mientras, echa un vistazo a nuestra selección.
1. Nissan GT-R
Y no lo digo yo, lo dicen Javier Álvarez y media Laponia. El Nissan GT-R es todo un espectáculo sobre hielo. ¿A quién no le apetece coger un deportivo de 550 CV y deslizarse sobre paisajes helados al norte del continente? La destreza con la que el GT-R alcanza los 100 km/h en 2,7 segundos es la misma que con la que entrega el poder de su V6 biturbo a las cuatro ruedas, de forma que el hielo y la nieve no son del todo un impedimento.
2. BMW i8
El BMW i8 no es eléctrico al cien por cien, pero ¿qué importa? La tracción en las cuatro ruedas está garantizada por un motor de tres cilindros TwinPower Turbo de 231 CV que impulsa al eje trasero, mientras que las ruedas delanteras cobran vida gracias al motor eléctrico de 131 CV. ¿Cuál es la ventaja? Que mientras las llantas traseras se deslizan sobre el hielo, el torque instantáneo de las ruedas delanteras nos lleve hasta donde quiera —o pueda— llegar.
3. Porsche 918 Spyder
Con éste nos lo pensamos dos o tres veces, no por otra cosa sino por su carrocería descapotable, que a temperaturas bajo cero seguro que no mola tanto como en verano. Instalamos el techo y tan amigos. Ahora, a imaginar lo que el motor eléctrico de 154 CV y el ocho cilindros de 4.6 litros de 608 CV pueden hacer sobre hielo. El Porsche 918 Spyder ofrece diferentes modos de conducción, desde el puramente eléctrico, hasta el que entrega el máximo de ambas fuentes de poder. ¿Brutal? Sí. ¿Difícil de controlar? También, pero en el mundo genial donde todos somos pilotos y tenemos a nuestro alcance cualquier deportivo, todo es posible. ¡Que soñar es gratis!
4. Ford Mustang Shelby GT350R
Vamos con esto. Un tracción trasera de más de 500 CV controlados a través de un cambio manual, llantas de fibra de carbono y un diferencial Torsen con una relación de 3.73. Probablemente nunca veamos un Ford Mustang Shelby GT350R bailar sobre hielo, pero en el mismo mundo genial donde todos sabemos conducirlo, el azul de su carrocería iría a tono con lo blanco de la nieve. Lo único necesario para disfrutarlo es pedirlo con el Electronics Package, que luego sin climatizador se nos congelan los dedos y no podemos agarrar bien el volante.
5. Jaguar F-Type
No tan radical como el GT350R, pero no por ello menos interesante, el Jaguar F-Type es uno de esos deportivos que deben ir bien sobre nieve. Lo hay con tracción trasera o integral, motor de 340, 380 o 550 CV y cambio manual o automático, cada uno comportándose diferente en un escenario complicado como lo es el hielo. Me quedo con el de 380 CV con cambio manual y tracción AWD.
6. Ford Focus RS
No podíamos dejar fuera a uno de los hot-hatches más prometedores de la industria, el Ford Focus RS. Esta nueva generación, además de adoptar el motor EcoBoost de 2.3 litros llevado hasta 315 CV, incorpora un sistema de tracción integral que monitoriza las condiciones de manejo hasta 100 veces por segundo y es capaz de enviar el 70% del par al eje trasero. Nos encantaría enfrentarlo bajo dichas condiciones —o en el barro— contra el Volkswagen Golf R.
7. Subaru WRX STI
Cuando se trata de crear coches para terrenos difíciles, Subaru sabe bien lo que hace. El WRX STI hereda un buen puñado de las soluciones que el fabricante japonés presumió durante sus años de gloria en el mundo de los rallies; la más importante, el complejo sistema de tracción integral. Junto al motor bóxer turboalimentado de 2.5 litros que produce 300 CV, el WRX STI promete buenas horas de diversión sobre barro, asfalto, tierra y, lo que aquí nos reúne, nieve.
8. Mercedes-AMG GLE 63 Coupé
En la medida en que la electrónica lo permite, es divertido jugar con las transferencias de peso de un SUV de altas prestaciones. Por eso, el Mercedes-AMG GLE 63 Coupé resulta interesante para dar una hot-lap cold-lap sobre hielo. Tiene todo lo que buscamos —pero con unos kilos de más: motor de hasta 585 CV, 760 Nm de par desde las 1.750 vueltas, tracción integral 4Matic y asientos calefactables.
En Motorpasión | Experiencia Nissan en Laponia: patinando sobre hielo