Por lo visto, el Dodge Viper no estaba muerto, estaba de parranda. La mala situación económica del grupo Chrysler provocó que el modelo de 2010 fuese el último de una estirpe de deportivos que nació en 1992. En ese tiempo, más de 25.000 unidades del Dodge Viper han pasado a manos de compradores y eso deja huella.
La fusión del Chrylser LLC con el Grupo Fiat ha hecho que la corporación americana tenga ahora unas cuentas más saneadas. Bueno, esa fusión y la inyección de capital del gobierno americano, que también tiene parte de culpa en este recuperación. Los cambios internos en las direcciones pueden haber hecho resurgir el proyecto del Dodge Viper.
El actual CEO de Dodge, Ralph Guilles, es uno de los tantísimos seguidores que tiene la víbora repartidos por el Mundo, con la excepción de que sus decisiones pueden devolver a la vida al Dodge Viper. Siendo como es un absoluto admirador del modelo, por lo visto tiene planes de traer de vuelta al Dodge Viper en forma de prototipo en el año 2012 ahora que las cosas van mejor.
Como sabéis, y buena polémica que trajo, el Dodge Viper de próxima generación y el Mercedes SLS AMG estaban destinados a compartir ciertas partes de su plataforma en un proyecto de desarrollo conjunto. Uno con una batalla más larga (Viper) que el otro (SLS AMG), pero compartiendo algo de sus entrañas.
Ese desarrollo conjunto nunca llegó a sucederse y la nueva generación del Dodge Viper se quedó estancada en los planos y guardada en un cajón a la espera de las vacas gordas. De hacerse realidad la vuelta en 2012 del Dodge Viper, la plataforma de batalla larga y parte de la transmisión se reutilizarían para el proyecto.
El chasis del Dodge Viper sería básicamente el mismo, pero con esas novedades que nunca llegaro a desarrollarse implementadas en él. El motor seguiría siendo el mismo V10 8.4 pero con inyección directa, un cambio que según Dodge (cita de Road&Track) sería suficiente para mantener el nivel de emisiones dentro de los límites hasta 2018. Habría que verlo.
Lo que parece más lógico es la opción de montar un nuevo motor V8 y aplicarle también el downsizing al Dodge Viper, aunque en este caso no sería una sustitución, sino un modelo de entrada a la gama con menos potencia y algo más barato. Si esto fuese cierto, sonaría más a realidad que mantener el V10, aunque traicionase sus principios.
Incluso de habla de conversaciones entre ingenieros de Dodge y Ferrari para mejorar el sistema de estabilidad y mejorar la maniobrabilidad del coche. Si tienes a los “mejores” en casa, ¿por qué desaprovecharlo?.
Vía | autoblog.it
Más información | Road&Track
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