Carga y estabilidad no van precisamente de la mano cuando hablamos de seguridad vial. Sobre todo si la carga no va perfectamente sujeta o sencillamente va mal colocada, se puede convertir en un auténtico problema.
Preocuparnos por la estabilidad del coche es algo que debemos tener muy en cuenta cuando transportamos cualquier tipo de mercancía en nuestro coche o incluso con los propios ocupantes del mismo. Cuando nuestro vehículo va sobrecargado consume más combustible y la distancia que tardamos en detenerlo suele ser mayor y sobre todo, si hay algo de lo que se resiente el vehículo, es de la pérdida de la estabilidad necesaria para poder hacernos con el control en ciertos momentos. La fuerza de inercia en las curvas aumenta en este caso y podemos llevarnos alguna sorpresa desagradable.
Pero… ¿hasta qué punto le damos importancia? ¿Dónde acaba la carga asumible y se convierte en sobrecarga peligrosa? ¿Es significativo ese aumento en la distancia de frenada?
Los coches con sus amplios maleteros parece que lo aguantan todo, incluso podemos utilizar cofres en el techo, o sencillamente una baca, pero tenemos que ser conscientes de que esto afecta a la seguridad del vehículo… y mucho.
Distancia de frenado e inestabilidad, principales peligros
La distancia de frenado que a través de cálculos físicos y en condiciones ideales sería independiente de la masa, es en la práctica superior a medida que aumenta el peso del vehículo.
Los frenos, suspensión y neumáticos de que disponemos en nuestro coche son los mismos cuando este está cargado que cuando únicamente va el conductor. Un mayor peso supone una mayor exigencia para todos los sistemas, especialmente para el de frenado cuya fuerza debe ser mayor, que provoca que su respuesta no será la misma.
Tanto la frenada en curva como la estabilidad se ven comprometidos resultando casi un 20% peor que con el coche ocupado únicamente por el conductor
En este punto es importantísimo el estado tanto de suspensión como lógicamente de los neumáticos, los neumáticos van a ser los encargados de transmitir la voluntad del conductor a la carretera, el mal estado de estos puede tener desastrosas consecuencias.
Pero si nos fijamos exclusivamente en la carga, según un estudio realizado por la Fundación Mapfre, con diferentes vehículos en circuito cerrado, se comprobó cómo influye la carga y la colocación de la misma en la estabilidad en curvas y en la distancia de frenado.
Las pruebas para medir la estabilidad y la eficacia de frenada se realizaron con los mismos vehículos y realizando las mismas maniobras, pero con diferentes cargas y disposición de las mismas.
Tanto la frenada en curva como la estabilidad se ven comprometidos resultando casi un 20% peor que con el coche ocupado únicamente por el conductor.
Las principales conclusiones del estudio tuvieron que ver con lo referente a la estabilidad. La agilidad y estabilidad en maniobras de esquiva empeora hasta en un 11,4%. La peor situación se produce a plena carga y con esta situada por detrás del eje posterior, llegando a producir situaciones de pérdida de control del vehículo.
El agarre del vehículo en curva empeora hasta un 19,9%, obteniendo peores resultados de estabilidad cuando se circula con cuatro ocupantes y el maletero vacío.
Poco influye la carga sobre la distancia de frenado en seco y en recta, pero aun así se alarga hasta un 4,3% en el peor de los casos. Por otra parte llama la atención la mayor eficacia en curvas cuando se suma una carga al peso de los ocupantes, en este caso la carga supone un descenso en el centro de gravedad y al mismo tiempo es un peso más estable (no sujeto a los movimientos laterales de los pasajeros), lo cual puede incrementar la estabilidad en curvas.
Los neumáticos y la carga
La superficie de rodadura debe ser óptima en todas las condiciones, tanto con el vehículo cargado como en el resto de situaciones. Por este motivo es muy importante mantener una presión adecuada para cada situación.
Con el vehículo cargado el peso puede llegar a deformar el neumático, y una presión insuficiente va a provocar que la parte central de la banda de rodadura no contacte totalmente con el suelo. Por otra parte un exceso de presión produciría el efecto contrario.
Observando el desgaste de nuestros neumáticos podemos comprobar si hemos ido conduciendo con exceso o defecto de presión.
La presión del neumático es fundamental, aproximadamente el 40% de todas las averías repentinas de neumáticos se deben a los neumáticos con baja presión. Para ello Continental ha desarrollado el Sistema de monitorización de la presión (TPMS), este sistema monitoriza permanentemente la presión de los neumáticos y alertan de forma fiable el conductor en caso de una pérdida de presión.
De esta manera este Sistema de Información ayuda a eliminar una causa frecuente de accidentes mejorando la seguridad de conducción.
Mayor consumo de combustible
La carga tiene una clara influencia en el consumo de combustible, según el Departamento de Energía de los Estados Unidos a través de su agencia de protección medio ambiental, el consumo de combustible asociado a la carga puede aumentar un 1% por cada 45 kilos de sobrecarga.
Cuando esta carga la colocamos en el techo haciendo uso de un cofre, el consumo de combustible puede llegar a alcanzar un 25 % más cuando circulamos a 120 kilómetros por hora.
La presión de las ruedas en este caso, también juegan un papel importante, si los neumáticos de un coche tienen una pérdida de presión de 0,3 bar, el vehículo podrá consumir hasta un 1,5% más de combustible y emitirá una mayor cantidad de dióxido de carbono.
¿De verdad es necesario todo?
El exceso de carga casi siempre es evitable, pero si no nos queda más remedio al menos debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones:
Antes de iniciar el trayecto.
Coloca la carga correctamente, tratando de nivelarla y evitando que uno de los lados esté más sobrecargado que el otro. La carga más pesada, mejor en la parte de abajo.
Evita llevar equipaje suelto dentro del habitáculo, en caso de frenazo puede salir disparado.
Incrementa la presión de los neumáticos entre 0,2 y 0,3 bares y sobre todo, en el eje trasero.
Durante la conducción.
Anticípate a las frenadas. Si tu coche va cargado, necesitarás más tiempo para frenar.
Los adelantamientos se vuelven más largos, las aceleraciones son más lentas, tenlo en cuenta antes de iniciar la maniobra.
Reduce la velocidad antes de entrar en una curva. El coche cargado tenderá a desplazarse hacia el exterior.
Ayúdate del freno motor y utiliza marchas cortas cuando necesites frenar en bajadas prolongadas.
Transportar objetos en el coche supone un gasto, tenlo en cuenta a la hora de llenar el maletero.
Continental, a través de su proyecto VisionZero quiere concienciar al conductor sobre la importancia del cumplimiento de la norma y la correcta utilización de los elementos de seguridad en el vehículo, con el objetivo de reducir drásticamente los accidentes de circulación.
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