¿Quién no ha escuchado nunca aquello de que “nadie da duros a dos pesetas” cuando algo se rompe de repente?, la verdad es que lo barato suele acabar saliendo más caro, y cuando hablamos de seguridad el precio puede ser muy elevado.
Se puede escatimar en muchas cosas, pero para circular de la forma más segura las inversiones hay que medirlas mucho más allá de los gastos iniciales. Hay que sopesar muchos factores, y con esto no estamos diciendo que únicamente lo caro es lo que sirve, sino que hay que tener en cuenta siempre la calidad del producto y la inversión que se realiza.
Apurando al máximo las ruedas
Lo que no cabe duda es que cuando hablamos de los elementos clave en seguridad vial, tenemos que hablar necesariamente de los neumáticos, sin embargo, si analizamos las costumbres de los conductores españoles parece que no les prestamos toda la atención que se debiera.
Según el estudio 'El coste de mantener un vehículo' elaborado por Audatex España, el gasto medio en 2014 de los españoles en los talleres de reparación de vehículos fue de 620 euros, la mayor parte del gasto se realizó en operaciones de mantenimiento (42%), lo que sumado al gasto en averías mecánicas (10%) representa más de la mitad del gasto total.
Por otra parte, el estudio indica que las visitas al taller para realizar ajustes preventivos en el sistema mecánico del vehículo cada vez se retrasan más, al igual que el gasto en neumáticos (20% del total, 124 euros al año) los cuales se apuran al máximo comprometiendo la seguridad en la mayoría de los casos.
Pero, ¿por qué hay neumáticos tan baratos?
Muchos conductores se sorprenden porque sus neumáticos recién comprados no pasan la ITV, a pesar de que cumplen con las medidas adecuadas. ¿Qué ha ocurrido?
Muy sencillo, es posible que no cumplan con una otras características técnicas que también están especificados en nuestra tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos, pero que han pasado por alto a la hora de comprar las ruedas.
El Índice de carga es el peso que es capaz de soportar la rueda, si se multiplica por dos, deberá ser capaz de soportar la carga total del eje del vehículo. Este índice se encuentra en el flanco del neumático y es un numero de dos cifras, por ejemplo 90 equivale a 600 kilos.
Le sigue un índice que indica la velocidad máxima a la que puede circular un neumático, este índice es una letra, por ejemplo la letra V equivale a 240 kilómetros por hora.
Aunque el neumático no viene con la fecha de caducidad, hoy en día un reglamento obliga a los fabricantes a indicar su fecha de fabricación. Esto se indica con un número de cuatro cifras que identifica la semana y el año de fabricación, por ejemplo si el número es 1215, se ha fabricado en la semana 12 del año 2015.
No se debe confundir con la fecha de montaje, actualmente no hay una norma que marque el tiempo máximo que debe transcurrir entre la fecha de fabricación y la de montaje de un neumático.
Ruedas de segunda mano
La oferta de cubiertas de segunda mano ha aumentado durante los últimos años, en muchos casos empujados por la crisis, algunos conductores han optado por esta opción. Algo preocupante, no solo para ellos sino también para el resto de los usuarios de la vía, que en cualquier momento se pueden encontrar con una desagradable sorpresa.
Estos productos presentan dos inconvenientes muy graves, en primer lugar que resulta imposible conocer el pasado del neumático, ni siquiera si te lo vende el anterior dueño. ¿Quién se acuerda de los bordillazos que han tenido sus ruedas? Es posible que hayan circulado con exceso o defecto de presión, con sobrecarga de peso o un sinfín de posibilidades.
Y por otra parte, más allá de la profundidad mínima legal de 1,6 mm que es el argumento de venta para hacer parecer que la rueda sigue valiendo, los neumáticos están formado por una serie de materiales que no mantienen sus propiedades de por vida, y cuando las pierden dejan de ser útiles.
La etiqueta del neumático
Algo importante que también nos va a dar mucha información es la etiqueta del neumático, desde noviembre de 2012, todos los neumáticos fabricados desde el 1 de Julio de 2012 (DOT 2712) y vendidos en Europa, deben llevar la Etiqueta Europea.
Gracias a esta etiqueta, con un simple vistazo, características como la resistencia a la rodadura, la adherencia en superficies mojadas o el ruido que genera la goma al girar sobre el asfalto.
El formato de esta etiqueta es similar al empleado en electrodomésticos y otros aparatos electrónicos, por lo que es relativamente sencillo entender lo que dice y por tanto, es una herramienta que puede resultar muy útil para comparar las cualidades de cada producto.
Pero, ¿tanta diferencia hay?
Si, existen diferencias notables en el comportamiento, diferencias de metros en las frenadas por ejemplo que pueden ser la diferencia entre salir ileso en un accidente o sufrir heridas.
Continental y la revista británica Autocar, la principal publicación especializada de Gran Bretaña, probaron cinco neumáticos de verano, utilizando el ContiPremiumContact2 como referencia y otros tantos neumáticos baratos importados de Asia. Las cubiertas de bajo coste mostraban problemas sobre mojado, y en frenado en seco.
A 50 Km/h en suelo mojado, la diferencia en las distancias de frenado eran de hasta 8,5 metros menores en el neumático Continental. Los neumáticos importados mostraron graves deficiencias en el agarre y la estabilidad en curvas En firme seco la distancias de frenado a 100 km/h de los neumáticos importados eran 5,5 veces superiores. Además, las prestaciones ofrecidas por los neumáticos importados eran muy inferiores a alta velocidad donde cuatro de los mismos fallaron en los test realizados.
En definitiva, y volviendo al principio, cuando hablamos de seguridad están en juego muchas cosas y entre ellas las vidas de personas. En este sentido, Continental ha creado la plataforma VisionZero, para concienciar sobre la importancia de los neumáticos y sistemas de frenado para la seguridad vial.