Es decir Pedalgate y ponernos todos a pensar en Toyota y sus aceleraciones incontroladas, los conductores que se acongojaban y todo lo demás. ¿Cierto? Para ser precisos, habría que recordar que el episodio también afectó a Lexus, que para algo son los primos ricos de la nipona, pero también a Chrysler y PSA. Y ahora quizá le ha llegado el turno a General Motors y su Chevrolet Volt.
No es la primera vez que el Volt se enfrenta a la adversidad y, sobre todo, a la histeria colectiva. La NHTSA ya dijo que era seguro aunque hubiera explotado una de sus baterías tras una colisión. Semanas después de la colisión y porque no se respetaron las advertencias del fabricante. En fin, sea como fuere, ahora el Volt se enfrenta al testimonio de un propietario que asegura haber sobrevivido a un episodio de coche loco. Si hay motivo o no para la preocupación, juzgadlo vosotros mismos.
Carta abierta a General Motors
Resulta que en el foro GM Volt un usuario llamado lsteiner abre un hilo al que le pone un título tan espectacular como expresivo: 'Carta abierta a GM - ¡Por favor arreglen esto!', y dice así:
Chevrolet Volt, a todo gas
Es decir, que según cuenta este hombre al pulsar cuatro veces seguidas el botón de arranque, el coche se pone como las cabras. Hay usuarios en el mismo foro que le dicen que pulsando dos veces el botón de marras el motor se detiene, pero que nunca les ha pasado lo contrario, que se acelere él solito hasta alcanzar la velocidad absurda.
En el foro también comentan el efecto contrario, que el coche se detenga por su cuenta, algo que por cierto ya fue investigado en una llamada a revisión. Por otra parte, en aquellos casos los sistemas de dirección y frenado del automóvil seguían funcionando, de manera que el vehículo no resultaba ingobernable. Eso sí, era un riesgo cierto en según qué condiciones de circulación. ¿Algún voluntario para quedarse tirado en mitad de un adelantamiento?
Sin negarle la mayor al propietario del coche, que no es esa la cuestión porque, efectivamente, cabe la posibilidad de que al coche se le fuera la pinza de forma abyecta, hay algunos puntos que me he anotado para comentar, ya que me han sorprendido bastante a medida que leía el testimonio de este conductor.
Mala ergonomía y altas revoluciones
De entrada, me llama mucho la atención que todo el episodio, en el fondo, venga dado por un problema de ergonomía, de diseño de interiores. Si el botón de arranque es tan delicado que al pulsarlo cuatro veces ante un espejo y mentar al demonio motiva la pérdida de control del vehículo, qué menos que ponerle algún tipo de protección, ¿no? O como mínimo, alejarlo del resto de mandos que se pueden accionar durante la marcha del vehículo. Claro que si no falla, mejor.
Segunda cosa, y esta me provoca cierta consternación. En su carta abierta, lsteiner parece echarse cierta culpa por no haber desviado la mirada hacia el botón que accionaba en marcha. "Así que estoy entrando en la autopista en modo “Sport” y tan acostumbrado a cambiar a ICE que no miro hacia abajo, hacia el botón de modo. Error."
¿Perdón? ¿Dice que se trata de un error? Lo repaso y sí, dice "bad mistake" en el original, lo que quizá debería haber traducido como "cagada total", pero no me ha parecido fino. A lo que íbamos: ¿Mantener la mirada en la carretera mientras accionamos un mando se considera ahora un error? Porque esa va a ser la moraleja que extraiga lsteiner de todo esto y lo que va a transmitir a los suyos.
Por otra parte, también me llama la atención que el dueño del Volt comente lo del motor térmico revolucionado. En este eléctrico, el ICE sirve para cargar las baterías, no para mover directamente las ruedas. Así, ¿qué relación habría que esperar entre el ruido del motor térmico y el hecho de que el pedal se hundiera? Vale, sí, quizá al detectarse una mayor demanda de electricidad (por el pedal hundido) el motor térmico se acelerase para nutrir a las baterías, pero sin mayores consecuencias.
En cualquier caso, y esto tanto vale para este posible Pedalgate como para cualquier otro, levantar el culo del asiento y ponerse en pie sobre el pedal del freno tendría que servir para frenar cualquier coche siempre que conserve el servofreno, aunque las centralitas se vuelvan locas y aunque el motor --ya sea eléctrico o térmico-- se suba de vueltas y a la parra.
Esperemos que se trate de un caso aislado y que nadie más se asuste por algo así, de un lado, y a ver lo que dice la marca para este episodio.
Vía | Carscoops En Motorpasión | Caso Pedalgate, Chevrolet Volt, presentación y prueba en Suiza