Nadie entendía qué pintaba un Jaguar F-Pace casi nuevo en un museo de coches clásicos. Era un vehículo robado con orden de busca y captura

Nadie entendía qué pintaba un Jaguar F-Pace casi nuevo en un museo de coches clásicos. Era un vehículo robado con orden de busca y captura
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Las redes sociales acaban dando protagonismo a muchas cosas que, de no ser por ellas, pasarían desapercibidas. Sin embargo, un Jaguar F-Pace moderno expuesto en un museo de clásicos no pasa desapercibido para nadie, aunque las redes sociales se han encargado de darle más notoriedad.

Resulta que era un coche robado que estaba en busca y captura, por lo que la Policía, que acabó enterándose de que estaba allí, se lo ha llevado del museo. Ahora el museo se desvincula completamente de todo.

Aunque cueste creerlo, tiene una explicación

Normalmente, si te encuentras un Jaguar en un museo de coches clásicos pensarás que es algo normal. Es una de las marcas más importantes de la historia y muchos de los modelos que ha vendido a lo largo de varias décadas son icónicos, por lo que la mayoría tiene derecho a estar en una exposición de clásicos. Lo raro sería encontrarte con un Jaguar moderno en museo de clásicos.

No tiene ningún sentido, simplemente por ser un coche moderno en un espacio reservado a clásicos. A pesar de ello, si se tratara de un rarísimo y sensacional XE SV Project 8, tendría un pase, pero no: hablamos de un Jaguar F-Pace. Tampoco hablamos de una edición exclusiva del SUV británico, como el SVR Edition 1988, sino de un F-Pace. Al menos, por el logotipo de su parrilla, parece ser un SVR.

Jaguar F Pace 3

Vale, es una versión deportiva muy interesante, pero es lo suficientemente especial como para exhibirse en un museo. Pues bien, a pesar de ello, el Museo Automóvil México, situado en Ciudad de México (México), contaba con una unidad de este modelo en su exposición. Y digo contaba, en pasado, porque ya no está allí.

Resulta que era un coche con reporto de robo activo, según informa el medio Aristegui. Alguien denunció que ese coche estaba en el museo y, cuando la Secretaría de Seguridad Ciudadana comprobó que se trataba de un vehículo robado que estaba en búsqueda activa, mandó a los policías de este departamento a buscarlo al museo para recuperarlo.

Es inevitable preguntarse cómo acabó allí ese coche. No creo que esconder un coche nuevo en un museo de clásicos donde, además, casi todo el mundo hace fotos y vídeos fuese algo que se les hubiera ocurrido a los guionistas de ’60 segundos’. De hecho, el Jaguar acabó llegando a las redes sociales.

Está claro que no es el mejor sitio para que pase desapercibido un coche robado, pero este museo está vinculado con una empresa que acepta empeños de vehículos seminuevos, por lo que eso podría explicar por qué estaba allí.

Por otro lado, esta explicación pierde fuerza si pensamos que esa empresa debería tener en cuenta los papeles del vehículo y de la persona que lo empeña para comprobar si es su coche y no uno robado. Y pierde todavía más fuerza si pensamos que un coche empeñado no debería acabar junto a los clásicos en la exposición del museo. Sea como sea, no hay por dónde cogerlo.

Aun así, el Museo Automóvil México ha publicado un comunicado para intentar aclarar el asunto. Expresa “su deslinde total de los hechos ocurridos el día de ayer 20 de enero del año en curso, durante un cateo por el supuesto delito de robo de automóvil y/o encubrimiento por receptación en agravio de persona”.

El museo también asegura que “las personas involucradas no solamente son personas ajenas a nuestra colección de automóviles clásicos, sino que, llama poderosamente la atención derivado de los vídeos que han trascendido en redes sociales y diverso noticiero, en donde determinan que un vehículo de la marca Jaguar “era de Roberto” y estaba en el museo, sin indagar más allá de su procedencia y/o del por qué se encontraba dentro de las instalaciones”.

De paso, explica por qué ha terminado ese coche allí. O al menos esa es su explicación. “Museo del Automóvil S.A. de C.V., el año pasado celebró contrato de arrendamiento con la moral Promotora Moviliaria, S.A. de C-V-, (empresa que se dedica al ramo de préstamos automotrices) rentándoles un espacio perfectamente delimitado con muros colindantes y del cual, el Museo del Automovil es propietario del Piso 3 dentro de la plaza comercial Plaza Punta Museo (...) y que en dicho contrato de arrendamiento, el Museo del Automovil no tiene relación comercial de ningún tipo más que la de calidad de arrendador/arrendatario”.

Según esta explicación, todo es cosa de la empresa de préstamos de vehículos a la que el museo ha alquilado un espacio en las mismas instalaciones del propio museo. Según parece, esa empresa se hizo cargo del Jaguar robado y, en lugar de aparcarlo en la zona alquilada, lo dejó en el espacio de exhibición del museo.

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