Sony y Honda ya han anunciado que el primer coche eléctrico desarrollado, fabricado y comercializado por ambos llegará en la primavera de 2026 a EEUU, y después hará lo propio en otros mercados como Japón o Europa.
Entre otras cosas, la alianza promete que su primer retoño estará dotado de conducción autónoma de nivel 3 y que “equipará lo último en materia de entretenimiento”. De hecho, ahora ambos gigantes podrían estar considerando que incluya una consola PS5.
Con un claro objetivo en el horizonte: Tesla
Lo cierto es que la idea no es nueva, pues ya hemos visto este concepto en varios Tesla Model 3, Model S, Model X y Model Y estadounidenses fabricados entre 2017 y 2022.
Pero a diferencia de lo que sucedía con la controvertida función 'Passenger Play' de Tesla, que permitía que cualquier pasajero pudiera acceder a los videojuegos incluso si el coche estaba en marcha (algo que le ha valido varias investigaciones de las autoridades reguladoras del tráfico en EEUU e incluso ha llevado a su desactivación), la PS5 del coche de Sony y Honda, no estaría siempre disponible, ni para todos los pasajeros.
La posibilidad que barajan en Sony Honda Mobility principalmente es que “la consola solo pueda usarse en determinados momentos, como cuando el coche este parado o recargando”, según ha declarado el CEO de la alianza, Izumi Kawanishi, en una entrevista.
Lo cierto es que la alianza tiene una clara ventaja en el campo del entretenimiento frente al resto de sus potenciales competidores, pues entre otras cosas, Sony tiene una larga e importante trayectoria en la industria de los videojuegos.
Kawanishi (quien dirigió el departamento de robótica de Sony en el pasado) es consciente de su potencial, y asegura que “Sony tiene contenidos, servicios y tecnologías de entretenimiento que mueven a las personas. Estamos adaptando estos activos a la movilidad, y este es nuestro punto fuerte frente a Tesla”.
Además, remarcó que integrar la plataforma PlayStation 5 en sus coches era “tecnológicamente posible”. Y esa es la clave, que sea 'una posibilidad'.
Está por ver qué forma definitiva toma el primer eléctrico de Sony Honda Mobility, y cómo integran (si llegan a hacerlo) una videoconsola en él sin poner en riesgo la seguridad de los ocupantes del coche y sin burlar la legislación.
Lo más probable es que el coche acabe incorporando más bien ciertas apps y plataformas de última generación en lugar de una PS5 literalmente montada en el salpicadero.
Si no, podrían correr el riesgo de topar con las autoridades reguladoras del Tráfico, y con razón. Como apuntó la NHTSA a colación de las investigaciones acerca del 'Passenger Play' de Tesla el año pasado:
"La Ley de Seguridad de Vehículos prohíbe a los fabricantes vender vehículos con defectos que presenten riesgos para la seguridad, incluidas tecnologías que distraen a los conductores de conducir de manera segura". Al menos, de momento.