La Bolsa de Metales de Londres, que es el mercado de referencia para los metales y minerales, ha lanzado una iniciativa que podría expulsar para 2022 a las marcas mineras que no aseguren que metales como el cobalto, ampliamente usado en la fabricación de las baterías de los coches eléctricos, no provienen del trabajo infantil, la corrupción o de la explotación de personas.
Tras el anuncio, BMW ha informado de que a partir de ahora comprará cobalto de las minas de Australia y Marruecos y no de la República Democrática del Congo.
La República Democrática del Congo, en el punto de mira
El auge de los coches eléctricos ha hecho que materiales necesarios para la fabricación de baterías como el litio hayan empezado a cotizar recientemente en esta bolsa. Pero la escasa trazabilidad de los componentes que forman las baterías hace cada vez más evidente la necesidad de que se obtengan de manera responsable.
Así, la propuesta establece que para 2020 todas las marcas que cotizan en la bolsa realicen una auditoría en base a las pautas establecidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En base a esto, en 2022 se identificarán las marcas que no cumplan con estos requisitos.
Para 2024 las empresas mineras deberán además publicar toda la información relativa su la cadena de suministro.
BMW se sube al carro de la utopía de una batería ética
La propuesta es el paso más significativo que ha dado hasta el momento la Bolsa de Metales de Londres, que constituye el mayor mercado mundial de metales industriales, para limpiar las cadenas de suministro globales y marca un cambio respecto del rol tradicional de exigir que sus proveedores cumplan únicamente con los estándares metalúrgicos.
Ante este anuncio, BMW ha asegurado que no comprará más cobalto procedente de la República Democrática del Congo (RDC) para desarrollar la quinta generación de coches eléctricos a partir de 2020/21. La materia prima provendrá de Australia y Marruecos; y es que sus recursos representan una solución a la inestabilidad política que reina en la RDC.
Hoy lanzamos nuestra visión para transformar la industria de las baterías de litio. 🔋🌱
— AmnistiaOnline (@AmnistiaOnline) 21 de marzo de 2019
"Existen serias preocupaciones sobre el impacto de la extracción de litio sobre los derechos humanos y el medio ambiente". - @ErikaGuevaraR
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El fabricante alemán asegura así que obtendrá cobalto directamente de las minas en ambos países para garantizar que su extracción no esté vinculada al trabajo infantil. Mientras tanto, un portavoz de la compañía minera y comercial Glencore confirmó a Reuters que su compañía suministrará cobalto a BMW desde su mina en Australia. Según la compañía, extrajo alrededor de 2.900 toneladas de cobalto allí el año pasado.
Pero BMW no da la espalda a la RDC del todo, pues junto con BASF, Samsung SDI y Samsung Electronics, continúa participando allí en un proyecto piloto para lo que llaman minería de cobalto sostenible.
Lo cierto es que grandes fabricantes como Volkswagen y Audi se han planteado el dilema ético que supone usar materiales derivados de la explotación infantil y la guerra para fabricar "coches limpios" y abogan, de cara a la galería, por la transparencia y el respeto por el medio ambiente.
La ONG de derechos humanos Amnistía Internacional ha hecho recientemente un llamamiento para concienciar acerca de las violaciones de derechos humanos que consideran están vinculadas a la extracción de minerales con los que se fabrican las baterías de iones de litio de los coches eléctricos y los dispositivos electrónicos.
En 2014, aproximadamente 40.000 niños trabajaron en minas en el sur de la RDC, muchos de ellos extrayendo cobalto y bajo el mando de los señores de la guerra, según UNICEF.