Los Audi SQ7 y SQ8 TFSI ya han llegado a España. La pareja de SUV de lujo y altas prestaciones Ingolstadt aterriza por fin en nuestro mercado con una propuesta complementaria a los SQ7 y SQ8 diésel que conocíamos hasta ahora, con más potencia y un precio similar.
Las variantes de gasolina llegan para satisfacer la demanda de SUV de altas prestaciones con este tipo de combustible, y de paso se equipan con un chasis modificado para ofrecer un comportamiento dinámico a la altura de sus prestaciones.
Audi SQ7 y SQ8 TFSI: SUV con carácter
Tiempo atrás ya vimos al nuevo Audi SQ7 TFSI, pero la marca de los cuatro aros no nos ha revelado el aspecto del SQ8 hasta ahora. En ambos casos podemos ver una buena dosis de toques deportivos en el exterior con la parrilla singleframe dotada de radios dobles y unos paragolpes más marcados con nuevas rejillas de panal en las tomas de aire laterales.
Las carcasas de los retrovisores están acabadas en aluminio, mientras que en la parte trasera encontramos un gran difusor escoltado por cuatro salidas de escape. Opcionalmente se ofrece el típico paquete de estilo negro para teñir de oscuro numerosos elementos de la carrocería.
El motor escogido para equipar a los Audi SQ7 y SQ8 TFSI es el conocido bloque de aluminio de 4.0 litros (3.996 cc) de ocho cilindros en uve y doble turbo que en esta ocasión se encarga de producir 507 CV de potencia máxima y un generoso par motor de 770 Nm entre 2.000 y 4.000 rpm. Las variantes diésel se quedan en 435 CV.
Gracias a estas cifras los SUV más grandes de Audi consiguen completar el 0-100 km/h en apenas 4,1 segundos y recuperar con contundencia entre 80 y 120 km/h en 3,8 segundos. En ambos casos la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h.
Pero no todo van a ser prestaciones puras, porque el motor utilizando en los SQ7 y SQ8 también está pensado para ser eficiente. Se han aplicado tecnologías de baja fricción como las camisas de los cilindros recubiertas de acero en un proceso de inyección por plasma, o la desconexión de cilindros Audi cylinder on demand que desconecta la inyección y el encendido de cuatro cilindros además de cerrar las válvulas de escape.
También se utiliza un ángulo variable para los árboles de levas de hasta 50º funcionando a pleno rendimiento para garantizar el llenado de los cilindros con un preciso control del solapamiento en la apertura de válvulas. Todo ello mientras la pareja de turbos de doble entrada soplan hasta 1,5 bares de presión.
El motor se ancla al chasis a través de unos nuevos soportes activos con actuadores electromagnéticos para mitigar al máximo las vibraciones, y el toque emocional lo dan unas válvulas en la línea de escape que se abren en función de la carga del acelerador y el régimen de giro para variar el sonido.
La fuerza se transmite a través de una transmisión automática tiptronic de ocho relaciones y un sistema de tracción integral permanente quattro. La energía se reparte en un 40% y 60% delante y detrás respectivamente pero pudiendo repartir hasta el 70% delante y 80% detrás si la adherencia disminuye en alguno de los ejes.
La suspensión deportiva sport es pilotada y con dirección en las cuatro ruedas. Esta suspensión adaptativa puede regular la altura de la carrocería en 90 mm y un giro de hasta 5º en las ruedas posteriores mejorando la maniobrabilidad a baja velocidad y la estabilidad a más de 60 km/h.
Opcionalmente los SQ7 y SQ8 TFSI se pueden equipar con el sistema de suspensión avanzada opcional con diferencial deportivo, ejerciendo reparto vectorial de par sobre la rueda exterior del eje trasero en cada curva, mejorando la estabilidad y minimizando el sobreviraje.
Este paquete también incluye el sistema electromecánico de estabilización activa de balanceo, con una barra estabilizadora dividida y con un motor eléctrico en el centro que acopla o desacopla ambas mitades para que la suspensión pueda trabajar de manera independiente en cada lado sobre asfalto irregular o mejorar la rigidez al tomar curvas.
La pisada la ponen unas llantas de serie que son de 20 pulgadas en el Audi SQ7 TFSI y de 21 pulgadas en el Audi SQ8 TFSI, aunque opcionalmente se pueden equipar llantas de hasta 23 pulgadas. En los dos modelos se utilizan frenos delanteros con discos de 400 y 350 mm delante y detrás respectivamente con pinzas de color negro y el logotipo S.
Habitáculo de lujo con toques deportivos
Al habitáculo ya lo conocemos, pero para estas versiones deportivas se añade un acabado especial con asientos deportivos (aunque hay otros aún más deportivos en opción) y tapicería de cuero/Alcantara con el logotipo S sobre los respaldos. El toque deportivo lo ponen algunas molduras acabadas en aluminio cepillado que pueden ser de fibra de carbono o de roble gris de manera opcional.
Para el sistema de infoentretenimiento se recurre al último MMI touch con doble pantalla sobre el salpicadero de 10,1 y 8,6 pulgadas y retroalimentación háptica y acústica, además de control por voz con reconocimiento de lenguaje natural que se activa con el comando "ey, Audi". El head-up display y el Audi virtual cockpit plus son opcionales.
A nivel tecnológico los Audi SQ7 y SQ8 TFSI equipan control de crucero adaptativo, asistente de eficiencia, asistente de intersecciones, alerta de tráfico cruzado y cámaras de visión periférica. El asistente de aparcamiento park assist plus es nuevo para estas versiones. También es nuevo el asistente de maniobras que a menos de 10 km/h detiene el coche si detecta un objeto con el que podamos chocar.
Lo nuevos Audi SQ7 y SQ8 TFSI ya tienen abiertos sus pedidos a un precio de 115.160 y 122.930 euros respectivamente. Unos precios ligeramente superiores a los de los 114.050 y 122.830 euros de los SQ7 y SQ8 con mecánicas diésel.
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