En realidad fue en el Salón de Fráncfort cuando supimos que la marca alemana iba a poner a la venta un paquete de equipamiento denominado R-Line para el Volkswagen Polo, que como en todos los modelos de la gama, modifica exclusivamente el aspecto exterior e interior del vehículo.
Con el paquete R-Line nuestro Volkswagen Polo tendrá un aspecto muy diferente, gracias a unas llantas de diseño específico, unos faldones de diseño deportivo, un pequeño difusor (con salida de tubo de escape cromada incluida), luces diurnas y un alerón trasero sobredimensionado.
Si optamos por el paquete R-Line Plus, también nos encontraremos con algunas sorpresas en el interior. El volante está tapizado en Alcántara, los pedales son de aluminio y los asientos son más deportivo que en la versión normal. Además los marcos de las puertas incluyen unas placas de aluminio, y el tapizado del techo es de color negro.
El precio del paquete R-Line variará en función del nivel de equipamiento que escojamos (1.010 euros en el caso del acabado Highline y 1.450 euros en el caso de optar por el nivel Confotline), mientras que el paquete R-Line Plus tendrá un precio que oscilará entre los 450 y 855 euros.
La novedad de este paquete es que, en principio, se podrá equipar junto con cualquier motorización. Seguro que a muchos les parece una mala idea, y piensan que no es más que una maniobra comercial que permitirá a muchos aparentar que conducen deportivo. Sin embargo a mí me parece una buena idea. Hay que vender coches, y si al público le parece una buena idea pagar por una estética digna de un GTI, que así sea.
Vía | Diariomotor, Carscoop
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