A los chicos de Grind Hard Plumbing Co ya los conocemos. Ellos son los responsables de haber creado los coches Mustang y Jeep de juguete más demenciales que conocemos; pequeñas máquinas de risas que todos querríamos tener en nuestros garajes.
Ahora son ellos mismos los que nos han descubierto otra creación similar, en este caso por manos de Steve Hessick: un Porsche 911 GT3 equipado con un motor de moto que tampoco se queda corto en lo que a diversión se refiere.
Un Posrche 911 con un motor potente, pero sin suspensiones
Inicialmente el proyecto comenzó con el trasplante de un motor de Suzuki DRZ400, pero al señor Hessick no le pareció suficiente y se buscó una opción que aportase un extra de salsa aún más picante al conjunto optando por un motor monociclíndrico de cuatro tiempos de KTM SX-F450 con una potencia superior a los 40 CV.
Con semejante aparato emergiendo del capó, el coche infantil tuvo que sustituir todas sus entrañas para aportar solo la carrocería. El chasis tuvo que realizarse a medida en tubo de acero para soportar las inclemencias del nuevo motor.
Como guinda del pastel, Hessick ha instalado un enorme alerón trasero que quizá no sirva para mucho pero le da una presencia imponente a este kart de juguete. El soporte hecho a mano en tubo de acero sirve además para colocar un radiador de agua con un electroventilador para forzar la refrigeración.
Además, por primera vez hemos podido ver a todas estas creaciones absurdas y divertidas a partes iguales en una carrera a tres bandas con dos mangas disputadas sobre un óvalo de tierra. De manera inesperada el triunfo cayó en manos de coche con menos papeletas: el Mustang con motor de 230 cc frente a las otras dos mecánicas de 450 cc.
Por desgracia para el creador de este deportivo a escala, existen algunos fallos en su diseño. A diferencia del Jeep, el 911 GT3 ha conservado las cotas de su carrocería y peca de una distancia entre ejes extremadamente corta, lo que unido a la carencia de suspensiones hacen que sea un coche entretenido, pero inestable.