La nueva estrategia One Ford ha permitido que coches como el nuevo Ford Fiesta aterricen en un mercado tan poco acostumbrado a este tipo de coches como el estadounidense. Intentar posicionarlo como un coche destinado a los jóvenes es una de las máximas premisas de Ford en Estados Unidos y eso pasa por hacerlo atractivo.
¿Y cuál es la mejor forma de llamar la atención de los jóvenes? Fácil, llevando al Ford Fiesta nada menos que al SEMA Show de Las Vegas. Si os digo la verdad, el Fiesta es uno de esos coches que pensaba que sería difícil de ver en este salón, caracterizado por monstrusos pick-ups y muscle cars hipervitaminados.
El más bestia es el Ford Fiesta preparado por Ford Racing Performance Parts, una pequeña bestia de 350 CV (si, habéis leido bien) con un motor 2.3 EcoBoost (derivado del 2.0) y salpimentado a base de mejoras del catálogo de FRPP. La verdad, el traje de FRPP le sienta bien al pequeño Ford Fiesta.
El resto de personalizaciones las tenéis después del salto, pero no esperéis nada igual de bestia. Se centran casi exclusivamente en mejoras a nivel de suspensiones y aerodinámica.
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