Lleva meses sobre la mesa, pero ahora ya no hay vuelta atrás. Pronto, España tendrá una tasa de alcoholemia de 0,2 gramos por litro en sangre. Actualmente es de 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre, pero la nueva tasa, mucho más baja que la ahora permitida, se impondrá pronto tras recibir la aprobación en el Congreso de los Diputados.
Una tasa de 0,2 gramos por litro en sangre hace que sea imposible beber una sola gota del alcohol más suave, especialmente en el caso de las mujeres. A efectos prácticos es una tasa de 0,0 gramos. Entonces, ¿por qué haber optado por una tasa de 0,2 gramos?
0,2 gramos por litro como margen de error para falsos positivos
En la reforma del Reglamento General de Circulación, cuyo borrador inició su fase de audiencia en junio, se incluía la posibilidad de bajar la tasa de alcohol a los conductores noveles y a los profesionales, dos colectivos que ya la tienen más reducida que el resto. Finalmente, el Gobierno ha decidido fijar el límite para todos los conductores, noveles y profesionales incluidos, en 0,2 gramos.
“Hay varios estudios que muestran que a partir de esa tasa de alcohol [0,2 g] el retraso en las acciones reflejas es suficiente como para poner en peligro a ese conductor y a los demás", señalaba a RTVE el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, Martínez-Sellés.
Esto explica la tasa a partir de la cual la ingesta de alcohol nos afecta.
De hecho, desde la DGT recuerdan que "0,2 equivale a 0,0. Esto implica tolerancia 0 con el alcohol y cierra el debate de un consumo responsable; no deja opción al consumo de alcohol, si bebes, no conduzcas".
Siendo una tasa tan baja, se podría haber optado entonces directamente por una tasa de 0,0 gramos por litro, como ocurre en Eslovaquia, Hungría, República Checa y Rumanía. Sin embargo, España se une en Europa a Suecia, Polonia, Estonia y Noruega con tasas de alcoholemia de 0,2 gramos.
Se descartó una tasa cero para así mantener un margen de error que pueda beneficiar al automovilista. Y es que se podrían dar algunos falsos positivos no relacionados con el consumo de alcohol.
Así, los enjuagues bucales y otros colutorios bucales pueden llevar hasta una quinta parte de alcohol en la mezcla y podrían dejar pequeños rastros en el organismo. Algunos medicamentos tópicos, como los sprays para el dolor de garganta, también pueden contener pequeñas dosis de alcohol. Su uso podría arrojar en un control de alcoholomía una tasa superior a 0,0. Incluso algunas bebidas, como la cerveza sin alcohol, contienen restos de alcohol, lo que podría dar un positivo.
Recordemos que actualmente las multas por dar positivo por alcohol en un control oscilan entre los 500 euros y los 1.000 euros, según la tasa que registre el alcoholímetro, así como la resta de cuatro o seis puntos, respectivamente. Si sobrepasa los 1,2 g/l de alcohol en sangre, o 0,60 mg/l espirado, pasa a ser delito contra el tráfico.
