La fiebre de Pokémon Go trasciende cualquier tipo de fronteras, y no sólo las geográficas sino también las del más puro sentido común. Mientras un helicóptero de la policía de York (Ontario, Canadá) realizaba labores rutinarias de vigilancia detectó pasadas las tres de la madrugada con un Mercedes-Benz que circulaba de forma errática.
A ojos del piloto del helicóptero el vehículo estaba circulando de manera sospechosa, detenía su marcha y cambiaba de dirección sin un sentido aparente, así que el agente a los mandos del Air2 se mantuvo vigilante hasta que optó por mandar un coche patrulla que lo interceptase. ¿Qué estaba tramando? ¿Era un delincuente urdiendo un plan malvado? No, para nada, sólo estaba cazando Pokémons en plena noche.
No hubo multa porque no puso en peligro a nadie a esas horas de la noche, pero recibió una dura reprimenda por parte del agente de la autoridad quien le recordó los peligros de conducir distraído. Además, no es nada recomendable mostrar una actitud tan sospechosa a ojos de las autoridades, te puedes llevar un susto considerable.
Ya hemos visto la gravedad de los accidentes producidos por jugar a Pokémon Go tras el volante, una práctica que sólo deberías hacer en todo caso de copiloto, como Boris en Nürburgring o con el coche detenido aprovechando la cámara de visión trasera de tu Tesla.
Al volante, la atención en la carretera, siempre.
