Los modelos de simulación de tráfico pueden ser útiles para probar las infraestructuras sobre la pantalla, tocando parámetros hasta ver por dónde se generaría un atasco de tráfico, sin mayores consecuencias.
En general, se pueden utilizar modelos virtuales para calcular el volumen de vehículos que pueden soportar las vías a unas determinadas velocidades, cómo afectan a los atascos la presencia de camiones, si es o no recomendable que estos puedan adelantar a otros vehículos, o si en general los cambios de carril pueden servir más para entorpecer el tráfico que para agilizarlo... o para pasar el rato, que es lo que podemos hacer hoy.
Y pasar el rato puede darnos pie a considerar de qué manera puede o no influir, por ejemplo, el uso del control de crucero. Hasta qué punto ese dispositivo puede conseguir que los vehículos circulen de manera más uniforme, dando lugar a un mayor aprovechamiento de las carreteras.
Modelos y explicaciones, o por qué circulando un poco más lento a veces llegamos antes a nuestro destino
En el mismo sitio web donde está alojado este simulador de tráfico encontramos montones de explicaciones técnicas sobre algunas decisiones que nos pueden chocar, como por ejemplo de qué manera una suave reducción de la velocidad puede incidir en un tráfico más fluido (explicación rápida: entre otras cosas, porque se tienden a reducir las disparidades de velocidades entre vehículos y, con ellas, el efecto acordeón). No es nada nuevo, pero conviene tenerlo presente.
Hay muchas maneras de utilizar un simulador de estas características. Al que nos ha caído entre manos hoy desde Road and Track le falta por desarrollar todavía la incidencia de las pendientes ascendentes y descendentes en el bullicio del tráfico rodado, pero Martin Treiber, que es el responsable de este proyecto, debe de estar trabajando en ello. O quizá no, porque la última modificación que hay registrada en la página data de 2011... Lo dicho: para pasar el rato.
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