El sentimiento de propiedad está muy arraigado en nuestra cultura; no tanto así en otros países. Estamos acostumbrados a tener un coche, en la más literal de las acepciones del verbo tener, pero eso está cambiando hacia otros modelos.
Hoy vamos a explicar qué es el renting y por qué cada vez más gente está dejando de tener coche en propiedad en favor de otros modelos que se ajustan más a la realidad financiera actual. Sólo en 2019 se matricularon 302.900 unidades bajo esta modalidad, facturando 6.313 millones de euros, un incremento casi del 14% con respecto al año anterior.
Renting de coches: más allá del coche en propiedad
El renting es básicamente un contrato de alquiler. Al igual que ocurre con los inmuebles podemos arrendar un vehículo durante un tiempo determinado y con unas condiciones previamente pactadas.
Es decir, dejamos de pagar una cuota durante X tiempo hasta que pagamos la totalidad de un coche en propiedad para pagar una cuota Y sólo durante un periodo determinado sin adquirir en ningún momento el vehículo. La propiedad del vehículo sigue siendo del sujeto arrendador, a quien se paga por prestarnos el coche.
El renting es un contrato aplicable tanto para particulares como para empresas, y la cuota a pagar es de periodicidad variable dependiendo del tipo de contrato: puede ser anual o trimestral, pero generalmente el renting se paga mensualmente.
La duración del contrato de renting queda a elección libre de las partes, así como las diferentes coberturas (seguro, revisiones, vehículo de sustitución...), derechos (limiación de kilometraje) y obligaciones de cada una de las partes. También se incluirán en las cláusulas las eventuales indemnizaciones en caso de rescisión anticipada.
Pero, ¿cuáles son las ventajas del renting? La flexibilidad. Dentro de un contrato de renting podemos ajustarnos más a lo que queremos durante un periodo determinado, pagando por un coche que se ajuste a nuestras necesidades actuales y a corto plazo. Si el día de mañana esas necesidades cambian simplemente podemos finalizar el contrato.
Otra de las ventajas principales es que el renting suele incluir un precio inferior al que pagaríamos mensualmente de cuota (dependiendo del plazo, precio o entrada en el caso de la adquisición para un vehículo equivalente), aunque siempre está sujeta a los términos del contrato y financieramente puede resultar excesivamente costosa para un particular.
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