Probamos a fondo los 400 CV del Porsche Macan Turbo. ¿Estamos ante el rey de los SUV medios?
Hace ya tres años, Porsche lanzó al mercado su segundo modelo SUV, el Porsche Macan. La fórmula aplicada era sencilla: desarrollaron un coche con los genes de su hermano mayor el Cayenne pero con 17 centímetros menos de largo y una personalidad algo más marcada en el apartado de diseño.
Desde que se dio a conocer, el Macan fue un rotundo éxito, tanto que las listas de espera para hacerse con uno siguen siendo hoy en día sorprendentemente largas. Todo el mundo quiere un Porsche Macan, pero pocos pueden llegar a tener la versión que hoy nos ocupa, el Turbo de 400 caballos. Lo hemos probado y por todo esto creemos que estamos ante el rey de reyes entre los SUV medios.
El Porsche Macan se ha convertido en solo tres años en el modelo más vendido en la gama Porsche, desbancando al Cayenne que en breve será sustituído. Y para ser el Porsche más vendido, hay que tener más que un atractivo envoltorio y una calidad dinámica aceptable.
Porsche es tal vez la marca más exigente con sus modelos a la hora de desarrollarlos, de ahí que en todos los segmentos en los que opera, sus modelos sean referentes absolutos. Lo mismo ocurre en el de los SUV medios, donde el Porsche Macan parece estar un escalón por encima de sus rivales tanto por desempeño como por precio. No en vano, por lo que cuesta este "simple" SUV medio, casi podríamos comprarnos todo un 911 Carrera.
Aspecto inconfundiblemente Porsche
Heredando muchos genes de su hermano mayor, el Macan es fácil de identificar cuando lo ves por la calle. Las ópticas delanteras con los cuatro puntos de luz tan característicos de los modelos de la marca de Stuttgart presiden un frontal alto en el que las formas redondeadas marcan su estilo.
El Turbo se diferencia de otras versiones por detalles sutiles pero notorios, como las dos líneas de luces diurnas LED situadas en las entradas de aire laterales. Por lo demás, salvo por las preciosas llantas multiradio de 21 pulgadas en tono brillante, las pinzas de freno en rojo, la inscripción Macan Turbo sobre la personalísima tapa del maletero y las dos salidas de escape dobles, podría pasar como un Macan más.
Elegante, sofisticado, deportivo y con un cierto punto de clasicismo que se combina con detalles vanguardistas como las ópticas traseras en tres dimensiones, el Macan ha conseguido enamorar con su sencillez de formas y por un estilo inequívocamente Porsche lo mires por donde lo mires.
Un interior en el que te sientes como en casa
Sentado al volante del Porsche Macan Turbo te sentirás como si éste fuese tu coche de toda la vida. Es sorprendente lo fácil que es encontrar una postura de conducción óptima, gracias a las múltiples regulaciones eléctricas del volante y de los envolventes asientos deportivos de excelente factura, capaces de mantenerte agarrado incluso cuando lo das todo con sus 400 caballos de potencia en curvas.
Ayuda también el volante de perfecto diámetro que de un tiempo a esta parte incorporan todos los Porsche, desde los deportivos hasta los SUV y la berlina, el cual espero siga ahí por muchos años. La calidad de todos los acabados es muy alta, tanto que me atrevo a decir que ningún rival es capaz de hacerle sombra en este sentido.
La consola central está llena de botones como en los Porsche de los últimos años, algo que seguramente cambiará cuando le toque el relevo. Pero mientas eso no ocurra, el Macan Turbo ofrece un habitáculo muy acogedor con detalles Premium como el techo tapizado en alcántara y en el que el espacio tanto en plazas delanteras como traseras es más que suficiente a pesar de que cuenta con un maletero de 500 litros muy aprovechable. Ningún pero en este sentido.
Otros elementos como el reloj Sport Chrono presidiendo el salpicadero, los tres relojes que forman el característico cuadro de mandos en el que el derecho es una pantalla multifunción configurable desde el brazo derecho del volante o los logotipos de Porsche sobre los reposacabezas son la guinda de un pastel de lo más apetecible.
800 kilómetros en un día. ¿Por qué no?
Como suele ser habitual en nuestras pruebas, tuvimos el Porsche Macan Turbo toda una semana, lo cual nos permitió conducirlo en todo tipo de condiciones. En el uso diario en una gran ciudad, es tan útil como cualquier otro SUV de su tamaño (4,7 metros), con sus pros y sus contras.
Con un carácter muy marcado, es suave y fácil de conducir, tanto que te sientes rápidamente a gusto circulando con este SUV que, quieras que no, tiene un punto notablemente destacado entre el resto de modelos de su segmento que llenan nuestras calles. Y destacable es también el consumo que registramos, cercano a los 14,5 l/100 km. Sí, este 3.6 V6 Turbo bebe de lo lindo en ciudad, pero eso no creo que preocupe a quien pueda permitírselo.
Lo que realmente les puede preocupar es saber cómo se comporta el coche en otro tipo de circunstancias en las que marcar las diferencias puede ser más crítico, más difícil. Para comprobar cómo se comporta dinámicamente, no se me ocurrió mejor plan que hacer una ruta entre Madrid y Alcañiz ida y vuelta en el día, 800 kilómetros que me permitirían dictar sentencia y determinar si realmente estábamos ante el rey de los SUV medios, como indica su precio que casi duplica al de sus rivales más directos o al del propio Macan Diésel.
El día comenzó muy temprano, a las 6 AM ya estaba montado en el Macan Turbo listo para empezar la ruta. El motor cobra vida metiendo la llave y girándola izquierda del volante, como manda la tradición en Porsche. Olvídate de escuchar entonces un rugido estremecedor o irreal como ocurre en el Jaguar F-Type, el Macan no necesita ese tipo de cosas para impresionar.
Salgo a la autovía, desierta de tráfico en el sentido ascendente del kilometraje y el aplomo del conjunto es lo primero que me llama la atención. El Porsche Macan Turbo es todo un mastodonte de dos toneladas de peso, y aunque su aspecto exterior más ligero y liviano pueda camuflarlo, eso se nota al volante.
Se nota positivamente porque como digo, el aplomo del conjunto invita a hacer muchos kilómetros en autovía, donde además el confort de marcha es sorprendentemente bueno. Vamos sentados sobre gigantescos rodillos de 21 pulgadas, con un motor de 400 caballos escondido bajo el capó delantero y lo hacemos disfrutando de un silencio y un confort de marcha dignos de las mejores berlinas de representación.
El tacto del conjunto incita a llevar ritmos más altos que los que marcan los estrictos límites de velocidad españoles, tanto que hay que controlarse para estar dentro de la legalidad. Las luces LED con el Porsche Dynamic Light System Plus (PDLS Plus), novedad en el Macan desde el año pasado, destacan por la luz de carretera automática que gracias a una cámara ajusta el alcance de las mismas y por si fuese poco, se comunica con el navegador para saber cómo es el tramo por el que nos movemos y decidir así si activa o no una lámpara adicional.
Con ese haz de luz blanca iluminando el trazado, hacer kilómetros es coser y cantar y solo me preocupa un poco el elevado consumo de 12,8 l/100 km que está marcando el ordenador. Decido relajar un poco el ritmo y jugar a ser eficiente haciendo que en las pendientes más pronunciadas en bajada, el modo "a vela" desconecte la transmisión del resto del conjunto para optimizar las inercias.
Así, sin apenas darme cuenta y con el sol naciendo en el horizonte, llego al desvío que me alejaría de la monótona autovía para adentrarme en las siempre bonitas y entretenidas carreteras del Bajo Aragón. 178 kilómetros que me habían servido para comprobar que viajar en este coche, es todo un placer en el que solo tendrás que preocuparte por elegir bien la gasolinera en la que quieres hacer un alto en el camino, porque seguro tendrás que hacerlo.
Un elegante tacto deportivo
Ya surcando la nacional 211 hacia Molina de Aragón, un pueblo precioso de visita recomendada y siguiendo la marcha hacia Monreal del Campo, el tacto del conjunto sigue destacando de forma notable. El Macan Turbo parece comunicarse a la perfección con una carretera que ya no es tan regular como la autovía A2 que acabamos de dejar atrás.
El chasis y las suspensiones trabajan tan bien que apenas se notan las constantes imprecisiones de la carretera, que son filtradas a cada momento por un conjunto que no transmite un tacto tan deportivo como tal vez cabría esperar por su apellido ilustre y sus 400 caballos de potencia. Para eso ya está el Macan GTS.
La clave seguramente esté en que esta unidad que probamos, llevaba un extra que se llama suspensión neumática PASM que, por 1.683 euros, es capaz de cosas como esta. Bueno, como esta y de ofrecer tres niveles de altura de carrocería, una todoterreno que eleva 40 milímetros más la altura libre al suelo o una deportiva que lo baja 10 milímetros respecto a la posición normal.
Por si esto fuese poco, la suspensión neumática también permite bajar la trasera del coche 40 milímetros para facilitar las labores de carga, algo que se hace simplemente pulsando un botón situado en el propio maletero. Una maravilla.
La dirección tiene un tacto fantástico, se inscribe con mucha naturalidad en las curvas y lo más sorprendente de todo, es que no tengo la sensación de pesadez que puedes esperar cuando entre manos tienes un SUV de algo más de dos toneladas de peso.
Los kilómetros pasan y juego un poco con la pantalla multifunción hasta ver en ella el reparto de potencia entre ambos ejes, una maniobra que el coche hace de forma constante y absolutamente imperceptible desde el puesto de conducción.
En condiciones normales la mayor parte del par se transmite a las ruedas posteriores premiando así el tacto deportivo, pero cuando es necesario, automáticamente hace una transferencia de potencia al eje delantero gracias al embrague multidisco y así se aseguran un dinamismo realmente sorprendente. Es ese dinamismo activo del que hablaban cuando se presentó este modelo, al que ellos internamente llaman Porsche Traction Management (PTM).
Recuerdo que decían que es un dinamismo predictivo mientras que la mayoría de sus rivales son reactivos, solo cambian su configuración cuando el propio vehículo comunica que realmente es necesario. En este sentido me atrevo a decir que no hay ningún coche en su segmento que le pueda hacer sombra.
¿Dónde se esconden estas dos toneladas de peso?
Hacer tantos kilómetros en una mañana puede ser divertido o aburrido, creo que eso no depende solo del coche que lleves entre manos, sino de la ruta que vayas a hacer. Las monótonas semi rectas de esa primera parte del camino me tenían ya bastante harto, y por suerte viendo en la pantalla táctil que preside el salpicadero cómo sería el segundo tramo atravesando el Bajo Aragón por la nacional 420, prometían algo más de curvas.
A la salida de Montalbán una sucesión de curvas inicialmente muy cerradas en pendiente parecían el sitio perfecto para comprobar cómo se desenvuelve el coche cuando el trazado de la carretera se vuelve más sinuoso. Activo el modo Sport y aquella finura y sutileza con la que el Macan Turbo nos había entregado hasta entonces la potencia y con la que reaccionaba a los movimientos de acelerador, parecen ahora más sensibles.
Una tras otra vamos trazando esas preciosas curvas en subida y no entiendo muy bien cómo el coche puede hacer estos cambios de dirección con tanta soltura y maestría. ¿Dónde han escondido esas dos toneladas de peso de las que habla la ficha técnica? La carrocería apenas balancea y aunque vas sentado muy por encima de en un coche deportivo, las sensaciones que tienes al volante son bastante cercanas a las que podrías tener en un 911.
Otra de las opciones que por 1.697 euros equipaba este Macan Turbo tan especial era el Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus), el sistema que automáticamente aplica un poco de freno a la rueda que está en el interior de la curva, lo cual redunda en que la exterior cuenta con más fuerza y ayuda notablemente a la hora de redondear las trazadas.
Todo esto se adereza con una magnífica caja de cambios PDK que, si hasta ahora nos ofrecía lo mejor de sus largos desarrollos para bajar los consumos cuando estamos en séptima velocidad, ahora parecía haberse puesto de acuerdo con el resto del conjunto para estar siempre preparada en la marcha adecuada para ofrecer la potencia y par necesarios.
Jugar con las levas del cambio situadas tras el volante, con sus palancas de aluminio frío, puede ser un placer ya que los pasos de una marcha a otra son absolutamente inmediatos y permite hacer todo tipo de perrerías, pero tengo serias dudas de que tú seas capaz de hacerlo mejor de lo que lo hace el propio cambio de marchas en modo automático. Siempre está en la marcha adecuada.
Eso, unido a que la capacidad de tracción a la salida de las curvas es sencillamente brutal, tanto que siempre tienes el grip necesario para salir catapultado hacia adelante con fuerza y contundencia, hacen que el Macan Turbo sea imbatible en este sentido.
0 a 100 km/h en dos décimas menos
Me detengo en un lado de la carretera para hacer unas fotos a medida que el ya brilla a unos metros de altura en el horizonte. El silencio en la lejanía denota que no hay ningún coche en muchos kilómetros a la redonda, algo que confirmo con la vista ya que todo el trazado de aquella pendiente descendiente es visible desde el punto en el que estamos.
No podía dejar sin probar un último modo que tenía este Macan Turbo, el Sport Plus. Forma parte del Paquete Sport Chrono (opción por 1.249 euros), y con él se obtiene un tercer modo de gestión en el que motor, caja de cambios, suspensiones y dirección se configuran en modo "al ataque" para ofrecer las máximas prestaciones. Bueno, eso y también un detalle llamado Launch Control que es el que realmente quería sentir en mis propias carnes.
Me incorporo a la carretera y por el espejo retrovisor interior confirmo que no viene nadie por detrás en varios cientos de metros. Activo el Sport Plus y veo en el panel de instrumentos cómo la luz del control de tracción se enciende para indicarnos que aunque está activo, lo está en una variante más permisiva que antes.
Piso el freno con fuerza, hago lo propio con el acelerador y el coche interpreta que quiero hacer un Launch Control. El 3.6 V6 sube de vueltas hasta las 4.500 RPM y se mantiene embragado mientras el motor emite un zumbido notable pero para nada ensordecedor. No lleva los escapes deportivos opcionales, no.
Suelto el acelerador y el coche sale disparado hacia adelante deleitándonos con una aceleración perfecta, las cuatro ruedas quieren arrancar el asfalto y pasamos de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos. Eso son dos décimas menos de lo que hace un Macan Turbo sin este paquete Sport Chrono, y aunque pueda parecer poca diferencia, os aseguro que sentir estas sensaciones de vez en cuando bien justifican los 1.249 euros que hay que pagar por contar con ese tercer modo, el más radical de todos.
Porsche Macan: nuestra puntuación
8.8
A favor
- Calidad de acabados
- Confort de marcha
- Comportamiento deportivo
- Estética con personalidad
En contra
- Precio base alto
- Precio de algunas opciones
- Listas de espera elevadas
- Consumos algo elevados
Porsche consiguió que el Cayenne desde su segunda generación se convirtiese en el rey de los SUV grandes, un segmento donde la competencia aprieta con fuerza. Con el Macan han conseguido posicionarlo como el rey de los SUV medios desde esta primera generación. Es el modelo por el que cualquiera que se plantee un SUV de menos de cinco metros suspira.
Es sin duda el referente en su segmento, el más contundente a nivel dinámico como exigen los cánones en Porsche. Un coche muy completo que da satisfacciones tanto a los que buscan comodidad como a los que necesitan un comportamiento deportivo de primera. Esta versión Turbo es lo más de lo más en la gama Macan (con permiso del Turbo Performance), y su precio base de 98.532 euros no está al alcance de cualquiera. Solo unos pocos elegidos podrán tener el rey de reyes, el Porsche Macan Turbo.
Ficha técnica
Versión probada | Turbo | |||
Cilindrada | 3604 cm³ | Tipo de tracción | Total | |
Bloque motor | 6 cilindros en V turbo | Combustible | Gasolina | |
Potencia (CV @ rpm) | 400 @ 6.000 | Capacidad del depósito | 75 litros | |
Par motor (Nm @ rpm) | 550 @ 1.350 - 4.500 | Consumo urbano | 11,8 l/100 km | |
Masa en vacío | 2000 kg | Consumo extraurbano | 7,8 l/100 km | |
Velocidad máxima | 266 km/h | Consumo combinado | 9,2 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 4,6 segundos (Sport Chrono) segundos | Capacidad maletero | 500 litros | |
Transmisión | PDK de 7 velocidades | Precio | 98532 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Porsche. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Héctor Ares