Todos cometemos errores. El mío (mío aunque involuntario) fue dormir muy poco en la calurosa noche del viernes al sábado, por lo que ponerme a los mandos del Ford Fiesta 1.0 EcoBoost para correr ayer en el EcoRallyRACC habría supuesto un problema de seguridad. Y como soy como soy, preferí evitar ese extremo. El año pasado me lo había pasado muy bien en el EcoTour RACC, y no quería que este año una noche de insomnio me dejase un mal sabor de boca.
Así que allí estaba yo el sábado por la mañana, en la zona de verificaciones, considerando cómo encarar la ruta desde mi posición de copiloto mientras Gabriel Esono, de Coches a fondo, se ajustaba el asiento. Por cierto... Quien todavía crea que las pruebas de conducción eficiente son aburridas... no sabe de lo que habla y haría bien en seguir leyendo.
Combinar la circulación por vías abiertas al tráfico, con origen y destino en el centro de Barcelona en pleno sábado, recorriendo un total de 172 kilómetros por la provincia, garantizando la regularidad según el reglamento de la FIA y batallando por lograr una buena cifra de consumo... tiene su encanto.
Un encanto que se traduce en estrés, adrenalina, decepción, euforia, reflexión, alegría, enfado, precaución, técnica, emoción... y una enorme dosis de buena suerte. Ah, y calor por todo lo alto cuando fuera luce el sol y dentro apagas el aire acondicionado para gastar menos. No, fácil no es la palabra que mejor define a eso de salir victorioso de la prueba.
Participantes en el EcoRallyRACC
Participábamos un total de 55 vehículos: 110 pilotos y copilotos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos en las categorías Electro Series (coches eléctricos), Eco Gas (GLP), Eco 1 (híbridos), Eco 2 (gasolina) y Eco 3 (gasóleo). De ellos, 21 vehículos participaban en el EcoRallyRACC como prueba puntuable para las EcoSeries.
Marcas como Nissan, Peugeot, BMW, SEAT, Lexus o Ford tomaban parte en la prueba aportando sus coches. En el caso de Motorpasión, Ford España nos llamó para formar parte de un equipo compuesto por cinco unidades del Ford Fiesta 1.0 EcoBoost de 125 CV que en Eco 2 lucharían contra un Peugeot 107 1.0 Basic, dos SEAT Mii, un Honda Jazz, un Nissan Micra y un Opel Corsa.
En Eco 1, dos híbridos de BMW se verían las caras con un gran despliegue toyotero formado por seis unidades (Auris, Prius y Prius Plug-in) de diversas escuderías, además de un Lexus IS300h, dos Peugeot 3008 Hybrid4 y un Peugeot 508 RHX Hybrid4. A los mandos de este último, un nombre emblemático: Antonio Zanini. No sería el único ilustre del listado de participantes.
En diésel, Eco 3, los nombres clave serían BMW Serie 3, Citroën C2, Mercedes Clase A 180 CDI y 220 CDI, Honda Civic 1.6 i-DTEC, Mini Paceman Cooper D, Peugeot 208 e-Hdi, SEAT Ibiza 1.2 TDI Ecomotive, Volkswagen Golf y Volkswagen Polo.
En GLP no había mucho donde escoger: o Renault Mégane o Lancia Ypsilon. Y en las Electro Series, tres Nissan LEAF contra tres Tazzari Zero Speedster, un Peugeot iOn, un primo suyo llamado Citroën C-Zero y un Renault Kangoo. Sí, una combinación chispeante, pero ni más ni menos que en cualquiera de las cuatro heterogéneas categorías.
Participamos en el EcoRallyRACC
Vamos ahora a lo que nos interesa a nosotros. Lo dicho, participamos con un Ford Fiesta 1.0 EB que entrega 125 CV. Calza unas chanclas Continental PremiumContact2 de dimensiones 195/45 R 16, lo que debería ayudarnos a reducir consumos sin perder prestaciones. No es mi marca favorita, personalmente habría preferido Goodyear EfficientGrip o Michelin Energy Saver+, pero es lo que hay.
El laureado motor 1.0 EcoBoost 125 CV lo conozco de otras ocasiones: lo probé en el Focus durante su presentación, de nuevo en el Focus durante el EcoTour RACC 2012, también en el B-MAX --no, espera, que aquel todavía era la versión de 120 CV-- y en el C-MAX (que publicaré en breve).
Sé que el EcoBoost tiene una doble cara: si eres suave y sobre todo si cambias antes de hora y luego levantas el motor con paciencia, puedes sacarle buenos números. Si aceleras y luego cambias... obtendrás un resultado más discreto. Así me lo enseñaron en su día los chicos de Ford y el RACE en el triangulito que queda entre Bonn, Nürburg y Koblenz (también llamada Coblenza), a orillas del Rin.
En el Fiesta el EcoBoost sólo lo he probado en sabor 1.6 182 CV --y a toda mecha, en circuito--, pero intuyo que el 1.0 125 CV le va a venir como anillo al dedo. Lo único que me sorprende al echar un vistazo es que el cambio sea de cinco relaciones, y no de seis. Si salimos a autopista, una de dos: o circulamos sin pretensiones o el consumo nos va a penalizar.
De todas formas, mi papel hoy estará centrado en la gestión de la ruta, los pedales quedarán a cargo de mi compañero, de manera que empiezo a mirar el trayecto que nos ha caído en gracia. Era secreto hasta hace unos minutos, y ahora que tenemos el road book en la mano, es cuestión de echarle un vistazo al recorrido.
Etapa 1: Barcelona - Circuit de Catalunya
La madre que me... Vale, visto lo visto, diré que recordando la edición del año pasado, aquello fue un camino de rosas. Hoy encuentro una ruta bastante más complicada de cara a hacer consumos y de cara a hacer regularidad. Este año en el recorrido de ida tenemos el doble de ruta montañera que en 2012, y se incluye además una buena dosis de emoción en zona urbana.
Hay cosas que no se entienden, y es que se nos exija un determinado tiempo cuando nos toca atravesar Barcelona con decenas de semáforos, zonas de obras y un tráfico infernal. Los compañeros que han corrido el Vasco-Navarro lo explican de forma gráfica: en el EcoRallyRACC puede ganar cualquiera. No porque sea fácil sino porque hay mucho factor suerte.
En fin... Mientras pienso en todo eso, procedemos al último llenado de los depósitos para dejarlos completamente cargados según nos piden en la prueba, y empujamos los coches hasta el punto de verificación, primero, y luego hasta la cola de salida. Pronto pasaremos por el podio y nos levantarán la bandera para que surquemos la ciudad en dirección al Tibidabo.
Nos armamos de paciencia, pero resulta imposible entre tanto jaleo. Salimos a las 11:29 con el dorsal 29 con el objetivo de atravesar Barcelona desde el Arco de Triunfo hasta la Carretera de l'Arrabassada en cuestión de 32 minutos. Ni que nos pusieran una línea de metro y fuéramos hasta allí sin hacer trasbordos, vamos.
Son 6,97 km de puro sufrimiento que nos destroza, literalmente. Al final llegamos a tiempo, pero nerviosos. Tanto es así, que el primer tramo cronometrado, que nos va a llevar de l'Arrabasada hasta Sant Cugat, lo saldamos con un tiempo muy inferior al debido. No puede ser, correr nos penaliza. Y además está muy feo.
Lo mismo va a suceder en los tramos sucesivos. Para más inri, me lío con las horas de llegada a los puntos de control. Y para más requeteinri, nos casi perdemos por despiste mío, aunque rectificamos enseguida y entre pitos y flautas nos decalamos sólo 1,5 kilómetros.
La primera etapa se salda en Montmeló con caras de decepción. Lo hemos hecho mal, especialmente yo, y somos conscientes de ello. La lista provisional de regularidad confirma nuestras impresiones: ocupamos el puesto 36 de 54, con 281 puntos de penalización. Fatal, lo que se dice fatal. Decidimos pasar de la regularidad e ir a bajar consumos.
Etapa 2: Circuit de Catalunya - Barcelona
Sin embargo, comer nos sienta bien. Mientras los eléctricos acaban la prueba aquí en Montmeló, como el año pasado, nosotros emprendemos la vuelta hacia Barcelona mucho más centrados. A pesar de que ya no nos preocupa tanto la regularidad, ahora el control sobre los tiempos es bastante más preciso que en la etapa matinal.
Entre otras cosas, he decidido prescindir del cronómetro de mano, que es sencillito y poco ergonómico, y me guío por el del GPS Garmin que llevamos montado, de manera que tiempo y kilometraje lo controlo de un solo vistazo. Eso me permite intervenir con mayor precisión sobre el ritmo de mi compañero. Al fin y al cabo, no pretendemos ir a la décima de segundo.
¿A por el consumo, o el consumo a por nosotros?
Sin embargo, hay algo que no acaba de funcionar, y es la parte de consumos. Mi compañero sigue acelerando antes de cambiar, y yo sé positivamente que eso nos va a hacer consumir más de lo debido. Bueno, en el display a mediodía el Fiesta marcaba 6,4 l/100 km, y entre nuestros compañeros de marca estamos en un término medio. No hay por qué sufrir.
Pero dejando de lado nuestro caso particular, el consumo va a ser otro gran protagonista del EcoRallyRACC en la categoría Eco 2. Llegamos hasta la gasolinera donde se desprecintan los depósitos y se procede al llenado para controlar la diferencia de carburante y allí nos esperan algunas sorpresas.
La primera es que mientras a uno de los Ford Fiesta le llenan el depósito a empujones y dejando que chorree hasta el suelo porque, literalmente, el comisario no cree que un Fiesta haya consumido 3,30 litros en 172 kilómetros (1,92 l/100 km), en otro surtidor un SEAT Mii se alza de facto con el primer puesto en Eco 2 dejando el marcador en 2,59 litros, es decir, 1,51 l/100 km. Hum...
Ojo, que el piloto del SEAT Mii es nuestro colega Eugeni Gallego, que ya destacó el año pasado con un BMW 320d EfficientDynamics al que le sacó el jugo hasta llevarlo a la segunda posición de su categoría. Y el Mii es un mechero, claro, pero hay algo que no acaba de encajar. No por Eugeni ni por el Mii, sino por una extraña reacción de los comisarios en uno y otro caso.
De un lado, mientras el Mii sale disparado de la gasolinera, al Fiesta aún se le observa con lupa. Del otro, todos sabemos que con un motor EcoBoost y los conocimientos adecuados se puede hacer una buena cifra de consumo. La duda ahora, teniendo en cuenta todo el sainete que hemos visto en la gasolinera, está en si estos números son o no creíbles.
¿Y qué hay del dorsal 29? Pues nuestro repostaje acaba siendo de 7,63 litros para los 172 kilómetros de recorrido. Eso equivale a 4,44 l/100 km, más o menos, lo que corresponde a un resultado normalito. En Eco 2 acabamos en el centro de la tabla: sextos de doce posiciones. Y en cuanto a regularidad en nuestra categoría, octavos.
Si nos vamos a la tabla general, hemos quedado en el puesto 17 de eficiencia y en la posición 23 en cuanto a regularidad, lo que me suena a que aplicando los criterios de la tarde a la etapa matinal habríamos obtenido un resultado algo menos lastimoso.
Eso sí, nos quitamos la espinita pensando que frente al número 1 de eficiencia de nuestra categoría hemos quedado una posición por encima empatados en la clasificación general. Y entre los cinco Ford, ocupamos el tercer puesto en consumos y el cuarto en regularidad y en la general.
O sea, que quien no se consuela es porque no quiere.
Ahora fuera de bromas, estas experiencias son, además de una descarga continua de emociones, un continuo proceso de aprendizaje. ¿Fracaso? No, el fracaso habría sido no reconocer los errores. Porque es de los errores de donde más aprendemos, así que si no los reconociéramos, nos quedaríamos como estamos.
El coche para esta prueba y los trámites y gastos de participación han sido aportados por Ford. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
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