Un año después de la presentación en el Salón de Ginebra del Infiniti Q60 Project Black S Concept, la marca japonesa de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi está ultimando la versión de producción de aquel brutal prototipo, cuya puesta de largo tendrá lugar en el próximo Salón de París, en octubre.
Según ha afirmado a CardAdvice el director de competición de Infiniti, Tommaso Volpe, ya están esperando componentes de diversos proveedores para hacer realidad esta versión tan radical del Infiniti Q60 Coupé, en la que tiene mucho sentido el uso de la electrificación con tecnología derivada de la Fórmula 1.
En principio este Black S utilizaría el mismo 3.0 litros V6 biturbo que se comercializa en el modelo convencional, pero con una potencia de unos 500 CV (en lugar de los 405 CV), gracias al apoyo eléctrico de un sistema tipo KERS de recuperación de energía y a una línea de escape de altas prestaciones fabricada en titanio, entre otras cosas.
El sistema, que tampoco se detalló demasiado en su día, está formado por dos motores/generadores eléctricos y un paquete de baterías de ión de litio capaz de almacenar toda esa energía recuperada, tanto de la frenada como de los gases de escape. Esta energía adicional se puede aplicar de nuevo para mover directamente el cigüeñal del V6 y para hacer girar los turbos.
"Un coche de producción con tecnología híbrida de altas prestaciones inspirada en la Fórmula 1, que gozará de mucha potencia, par motor y aceleración instantánea y sin retraso", afirmaba Infiniti, quien ha dicho que el modelo tendrá su propia puesta a punto para la suspensión, además de neumáticos Pirelli a medida, llantas de 21 pulgadas o diversos componentes de fibra de carbono.
A pesar de que Infiniti va a mostrar la "versión definitiva" de este bestial Q60 Coupé, de momento no se ha dado luz verde para su producción por parte de la Alianza. En cualquier caso, si llega a aprobarse por fin, no estará a la venta hasta al menos 2020.