Lo admito, de entre todos los Porsche 911, el 993 es mi favorito. Nunca olvidaré la primera vez que me monté en un 993. Era un Carrera de color amarillo. Mi padre lo trajo a casa porque lo estaba probando (si, él también se dedica a lo mismo que yo) y me llevó a dar una vuelta. Yo a penas veía por encima del salpicadero, debía de tener unos doce años, pero aquel coche me dejó marcado.
El diseño de la carrocería era una maravilla en su época, y lo sigue siendo hoy en día. Las formas de las ópticas delanteras, las aletas, la parrilla de luces trasera. Todo fluía con una suavidad envidiable que ha hecho del 993 uno de los 911 más cotizados hasta la fecha.
Por primera vez los paragoples delantero y trasero quedaban perfectamente integrados con el resto de la carrocería. Los faros pasaron de ser redondos a ser ligeramente ovalados, pero a pesar de todos estos cambios se identificaba como un auténtico 911 lo vieses por dónde lo vieses.
El 993 tuvo el honor de ser el último 911 refrigerado por aire. Para muchos, por eso sigue siendo el último 911 auténtico. Su chasis estaba construido por primera vez en aluminio, y esto según la marca mejoraba su nivel de agilidad. Por desgracia no he podido conducir ninguno para comprobarlo.
Disponible en versiones Carrera, Carrera 4, Carrera 4S y Targa (este último con el techo eléctrico de cristal que se deslizaba por debajo de la luneta trasera), aunque sin duda la versión Turbo del 993 ha marcado un antes y un después en la evolución del Porsche 911.
El Porsche Turbo con el alerón trasero más impresionante de la historia (los GT2 y GT3 tuvieron alerones muy distintos) equipaba por primera vez un motor biturbo que destacó por ser el coche con las emisiones más bajas de cuantos se vendían en el año 1995.
Porsche siempre ha innovado con el 911, ha sido durante estos 50 años el escaparate tecnológico de la marca. También lo hizo con el 993, que por primera vez incorporó en la versión Turbo de tracción integral las llantas de aluminio con radios huecos.
El 993 estuvo casualmente a la venta desde el año 1993 y hasta el 1998, y hoy en día es uno de los modelos más cotizados de la historia, más que su predecesor y su sustituto. Si encuentas alguno por menos de 30.000 euros, no dudes en hacerte con él.
Aunque el Turbo fue un mito, hubo una versión más deportiva, el GT2 que estaba dirigida como es lógico a los que querían las máximas prestaciones en circuito. Además servía para homologar la versión de carreras, por lo que hablamos den coche casi para competir en GT´s homologado para rodar por la calle.
El motor 3.6 desarrollaba al principio 430 caballos de potencia, pero en el año 1998 recibió una nueva evolución que lo llevó hasta los 450 caballos. Por suerte, en las siguientes generaciones también existieron versiones GT2, así que este fue el comienzo de una saga de las más exclusivas de la historia del 911.
El 993 ha sido un coche único, el último Porsche 911 refrigerado por aire. Mi favorito.