¿Qué coche deberías comprar para iniciarte en el drift?
Somos muchos los locos del motor que buscamos alguna disciplina que nos permita divertirnos al volante sin arruinarnos en el intento. Algunos se lanzan a comprar algún cacharro, prepararlo a su gusto y acudir a trackdays, mientras otros (de momento) hacemos números y buscamos la manera de disfrutar de nuestra afición sin dejarnos la vida en ello.
Después de que un compañero de gremio me contagiara el gusanillo de empezar a buscar coches asequibles para dar rienda suelta a mi pie derecho, fuera de la carretera, ahora me encuentro navegando en páginas de clasificados, buscando alguna ganga con unos cuantos años encima que me sirva para iniciarme en el drifting. ¿Drifting? ¿Por qué? Pues vamos a verlo.
Entre las diferentes disciplinas a las que podemos aspirar a nivel de aficionado, el drift es quizá una de las más asequibles y, sin duda, una de las más divertidas. No va a ser fácil iniciarse, pero seguro que no hay nada tan gratificante como enlazar curvas una detrás de otra sin que el coche vaya recto en ningún momento.
¿Qué es el drift?
No es ni más ni menos que una de las muchas modalidades de competición que existen en el mundo del motor. Nació en la década de los setenta, en Japón, y desde entonces ha ido evolucionando hasta convertirse en un gran atractivo para miles de pilotos y aficionados.
El drift o drifting surgió en las angostas carreteras de montaña japonesas y consiste en derrapar, derrapar y derrapar. Básicamente, se trata de ir de lado el máximo tiempo posible, con el mejor ángulo y la mayor velocidad, enlazando una curva tras otra. Podríamos definirlo como "controlar el coche mientras está descontrolado". Existen muchas técnicas para hacer drift (muchas formas de provocar el derrape y mantenerlo), aunque no vamos a entrar en ellas ahora.
Durante las últimas décadas el drifting se ha extendido mucho, siendo una disciplina muy importante no sólo en Japón, sino también en Estados Unidos. En Europa también tiene cierta relevancia, sobre todo en países del norte, aunque es más minoritario. No obstante, existen diversas competiciones, incluso a nivel europeo, en las que el nivel es bastante bueno.
¿Y qué necesito?
Pues lo primero que necesitas si estás pensando en iniciarte en algo como el drifting son ganas y ánimo suficiente como para no tirar la toalla a la primera de cambio. Nadie ha dicho que vaya a ser fácil, asi que habrá que meterle horas hasta dar con el resultado deseado. ¿A alguien le parece demasiado esfuerzo sentarse en un coche e intentar (o conseguir) derrapar durante horas? A mí no.
Si tenemos las ganas, que es lo importante, necesitaremos tambien algo de dinero. El mundo del motor es bastante caro para alguien que quiera dedicarse a alguna disciplina a modo de aficionado. Karting, copas de turismos, trackdays... Al final desde lo más básico hasta lo más prestigioso, cuesta su dinero, aunque el drift es probablemente de las modalidades más asequibles.
¿Por qué? Pues porque para empezar no necesitamos un gran presupuesto. No nos hace falta un coche nuevo, ni muy potente, ni muy preparado, ni un circuito "de los grandes" (con uno pequeñito nos sirve para ir aprendiendo). Sólo necesitamos un coche de propulsión (trasera), que de segunda mano podemos encontrar por debajo de los 1.000 euros sin problema, y un par de modificaciones que no costarán demasiado dinero.
Si por ejemplo, tenemos o compramos un BMW Serie 3 de hace veinte años, un deportivo japonés de los noventa o cualquier otro coche de propulsión, sólo tendremos que hacer un par de cosas para tenerlo listo para driftear. Lo fundamental es un diferencial autoblocante, que es muy probable que no equipen de serie. Si nos resulta demasiado caro adquirir un autoblocante, podemos soldarle el diferencial que lleve (hay que buscar a alguien que nos lo haga, incluso gratis, porque no tiene mucha complicación).
El coche se convierte en un peligro con el diferencial soldado (bloqueado permanentemente), sobre todo en mojado, pero si sólo lo queremos para circuito, no es un problema. No obstante, si tenemos claro que nos gusta esta disciplina, merece la pena comprar un autoblocante (nuevo o usado), que después podamos usar para otros coches en un futuro. Además, con el autoblocante nos aseguramos que llegaremos sanos y salvos al circuito, si pretendemos llevar el coche por carretera.
Teniendo un coche de propulsión y un diferencial que se bloquee, o vaya bloqueado, sólo nos falta un buen asiento tipo "backet" que nos mantenga en nuestro sitio. Podemos encontrarlos tanto nuevos como de segunda mano desde unos 200/300 euros, aunque los hay mucho más caros. Con estas dos modificaciones estaríamos listos para probar esto del drifting aunque, eso sí, las posibilidades son infinitas.
Si realmente tenemos dinero o ganas de crear una auténtica máquina de drift, sin importarnos el no tener ni idea del tema, podemos mejorar la suspensión, instalar un freno de mano hidráulico, cambiar la caja de cambios por una secuencial, mejorar el motor, modificar la ECU y tomar un sinfín de medidas para ser todo un rey de esta disciplina. El nivel de coches que se ve en determinados circuitos, donde se lleva mucho esta modalidad, es alucinante.
Aún así, vayamos poco a poco. De momento busquemos un coche de segunda mano, o ese que tiene nuestro tío cogiendo polvo en el garaje. ¿Qué coches sirven para derrapar? ¿Necesito algo especial? ¿Qué me recomiendas? La idea es algo barato, resistente con abundantes recambios disponibles y que sea fácil de reparar. Hay que tener en cuenta que el drift provoca un gran desgaste en el vehículo y es posible que tengamos que reparar alguna avería sorpresa, por lo que no estaría mal tener un pequeño presupuesto para reparaciones.
¿Qué coche me compro para empezar?
Como ya hemos dicho, sólo necesitamos un vehículo de propulsión, es decir, un coche cuyas ruedas traseras sean las que lo propulsan. De ahí en adelante, hay opciones mejores y peores, más caras y más baratas. Todo depende de qué queramos, qué nos guste y qué presupuesto tengamos, claro.
Como hablamos de iniciación, dejaremos de lado las preparaciones japonesas, los Nissan Skyline y los modelos sacados de Fast & Furious. Vamos a ver qué opciones reales, asequibles y aptas para esta modalidad encontramos de segunda mano. Estos son los que más se recomiendan:
BMW Serie 3 E30/E36: En realidad nos sirve cualquier BMW de propulsión, y cualquier Serie 3, aunque estas dos cajas son las más baratas de adquirir, las más sencillas de mantener y reparar (sin electrónica y hay muchos recambios). Eso sí, necesitaremos una motorización "de las gordas", sin llegar al M3. Lo suyo sería un 325i, de 192 CV. El 320i es posible que, con 150 CV, se quede algo corto. Podemos encontrar algunos por debajo de los 1.000 euros. También podemos optar por modelos más grandes, como Serie 5 y Serie 7, con motores más grandes y potentes, aunque son coches más pesados y menos ágiles, y no son la mejor opción para aprender.
Nissan Silvia (S13/S14): Es uno de los modelos japoneses por excelencia para iniciarse. A día de hoy son quizá algo caros de segunda mano (2000/3000 euros mínimo) pero son coches muy bien considerados para esta modalidad, con suficiente potencia y un amplio margen de preparación a nivel mecánico.
Ford Sierra: La variante Cosworth es muy cara de segunda mano, aunque hay algunas motorizaciones "normales" con suficiente potencia para mover el ligero Sierra sin demasiado problema. Eso si, sus motores quizá no sean tan fiables como los seis cilindros de BMW.
Mazda RX-7: Un coche japonés muy especial, con motor rotativo o wankel y por supuesto de propulsión. Se pueden encontrar modelos de los años noventa a partir de unos 4.000 euros. Es un coche muy apreciado para esta modalidad. El más moderno RX-8 podría servirnos también, aunque es un poco más "cabroncete" de conducir y es algo más caro.
Toyota MR2: Es otro deportivo japonés, aunque este tiene la peculiaridad de que su motor va montado en posición central. Podemos encontrarlo con diferentes motores, aunque su precio no baja de los 4.000/5.000 euros,aproximadamente.
Volvo 340: Es barato y, aunque poco potente, pierde tracción con facilidad. Es una opción muy a tener en cuenta si contamos con un presupuesto ajustado. Si algún conocido guarda este, o cualquier otro Volvo de propulsión en su garaje, ya sabes. ¡Convéncele para que te lo venda!
Lexus IS: También japonés, pero más lujoso que deportivo, el Lexus IS es una berlina de propulsión que podemos encontrar hoy en día de segunda mano a partir de 4.000 euros. Su versión IS 200 de 155 CV debería ser suficiente para derrapar sin problema.
Nissan 350 Z: Es probablemente una opción que se sale de nuestro presupuesto, puesto que es algo caro, pero es de propulsión y tiene un motor suficientemente potente como para ser, incluso, más de lo que necesitamos para iniciarnos en esto del drifting.
Toyota Corolla Coupé AE86: Una joya japonesa por ligereza y agilidad. Es uno de los mejores coches para iniciarse en el drift, pero es dificil de encontrar y su precio es elevado. Ninguno de los que he podido encontrar de ocasión bajan de los 12.000 euros.
Toyota Supra: También caro, y no precisamente fácil de encontrar en buen estado, es sobradamente potente. El Supra es una buena opción para hacer drift. Y el que no lo crea, que se lo pregunte a Javier Costas.
Mercedes-Benz 190E:: Este Mercedes también tiene su hueco entre los amantes del drift. Es de propulsión, en la oferta en su día había motorizaciones suficientemente potentes sin necesidad de irse al 2.5 16V y se puede encontrar de segunda mano incluso por menos de 1.000 euros, aunque los más cuidados y potentes salen algo más caros.
Mazda MX-5: Por último, pero no menos importante, el pequeño roadster de Mazda, el MX-5, también es un coche que podemos utilizar para derrapar. Es ligero, fácil de conducir, de propulsión, relativamente fácil de encontrar, asequible y con motores pequeños. Quizá en este sentido haya alguna versión que se quede corta, pero es cuestión de probar. Podemos encontrar unidades en buen estado por unos 4.000 euros, aunque los más modernos rondan los 10.000 euros.
Aunque seguramente haya bastantes más opciones, estas son las que más se suelen recomendar, las más asequibles y las más fáciles de encontrar. Perdonadme si he olvidado vuestro coche preferido.
¿Y a dónde voy?
En España hay diferentes circuitos que ofrecen cursos de drift y que cuentan con pistas que, o bien están diseñadas específicamente para esta disciplina, o bien sirven perfectamente para llevar a cabo este tipo de conducción.
Los trackdays convencionales que organizan los clubs de automovilistas u otras organizaciones son también un buen lugar para dar rienda suelta a nuestra máquina de propulsión, aunque bien es cierto que, según el evento o la tanda, más vale informarse antes, puesto que ni a mi (que voy de lado) ni al dueño de una joya clásica que pasea por la pista, nos gustaría encontrarnos en la misma tanda. Por tanto, drift sólo cuando la pista esté preparada, la organización lo permita o el resto de conductores hagan lo mismo.
El circuito de Kotarr, en Aranda de Duero, o el de Arenas de San Juan, en Ciudad Real, son algunos ejemplos de lugares en los que se realiza este tipo de actividad y a los que podemos acudir por nuestra cuenta para participar en eventos en pista.
Además, en según qué lugares te permiten guardar el vehículo, adquirir neumáticos usados a precios muy bajos (para quemarlos en la pista, así que no importa, al menos a nivel aficionado) o incluso probar sus propios coches (suelen ser BMW E36) para descubrir si esto del drift es lo nuestro.
Fotografía | Javier Álvarez, Javier Costas
En Motorpasión | Initial D, el anime sobre drifting japonés