El Peel P50 es el que podemos considerar el coche más pequeño del mundo, con una longitud de 1,34 metros que lo convertía en un coche para niños de un tamaño un poco más grande para tener el espacio justo para un adulto. Se fabricó entre 1962 y 1965, equipando un motor monocilíndrico de 50cc y 4,5 CV.
Muchos lo recordamos por el episodio de Top Gear en el que Jeremy Clarkson, un hombre que no es precisamente pequeño, se encajaba para probarlo.
Pues bien, parece que los días de coches extraños han vuelto. Peel Engineering afirma tener el dinero necesario para producir de nuevo el Peel P50 en una serie limitada a 50 unidades. Posiblemente su diseño sea renovado, al menos en parte, pero lo que sí se sabe es que su motor dejará paso a un motor eléctico, mucho más adecuado para un coche de estas características.
Siento decepcionar a quien se espere una solución de movilidad asequible, pero su precio no estará en consonancia con su tamaño: costará más de 15.000 euros. No debería sorprenderle a nadie sabiendo que los coches muy pequeños no son los más baratos, a saber: Toyota iQ, smart ForTwo y BMW Megacity (presupongo que el precio de este último no será menor que el de los anteriores).
Vía | autoblog.it
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