Si vives en Estados Unidos, no hay mejor antirrobo para tu coche que un cambio manual. Lo demuestra este caso que ha ocurrido recientemente en la ciudad de Nashville (Tennessee): dos jóvenes ladrones intentaron hacerse con un automóvil en el parking de un supermercado y tuvieron que desistir al descubrir que la caja de cambios del automóvil era manual y no automática. "¿Para qué sirve ese tercer pedal y qué son esos números de la palanca?", debieron preguntarse...
En EE.UU. encontrar un coche con cambio de marchas no es precisamente habitual: únicamente el 3% de los automóviles comercializados en el país equipan esta clase de transmisión. A ello se le suma que, tal y como recoge este informe publicado por U.S. News and World Report, menos del 18% de los estadounidenses saben manejar este tipo de cambio. Nada que ver con Europa, donde los puristas siguen defendiéndolo en detrimento del automático.
Entre ese amplio espectro de conductores norteamericanos que no tienen ni idea de cómo funciona un cambio manual se encuentran los protagonistas de esta noticia, que habían decidido pasar la tarde a la caza de un coche que robar. Para ello se dedicaron a rondar parkings de comercios de la capital del estado de Tennessee, escogiendo cuidadosamente a sus víctimas: mejor conductoras que conductores, no fuera a ser que salieran escaldados...
El atraco imperfecto
Afortunadamente, no pudieron perpetrar sus intenciones en ninguno de los dos intentos que realizaron. Primeramente, tal y como informa una noticia publicada en la web del ayuntamiento de Nashville, en el aparcamiento del centro comercial Hill Center, asaltaron a una mujer que se encontraba todavía dentro de su automóvil. Colocados a ambos lados del vehículo, abrieron las puertas tratando de echar por la fuerza a la conductora del interior del coche.
La mujer no cedió ante el forcejeo de los rateros, optando por gritar y tocar el claxón con la esperanza de alertar a la policía o los miembros de seguridad del centro comercial. Los dos adolescentes decidieron desaparecer de la escena antes de que, efectivamente, alguien acudiese en socorro de la conductora, que acabó con lesiones leves tras el encontronazo.
La tarde no iba a mejorar para ellos porque, cerca de una hora después, tras acechar en un parking de la cadena de supermercados Kroger, escogieron una nueva víctima, también mujer. Los jóvenes delincuentes esta vez esperaron a que la conductora abandonara su coche: cuando ésta se dirigía a la entrada del establecimiento, aprovecharon para asaltarla y robarle las llaves del vehículo.
Colega, ¿qué es ese pedal?
Los dos ladrones tenían la esperanza de que, esta vez, sí podrían llevarse puesta la montura de la víctima. Pero menos de un minuto después, estaban escapando por su propio pie y no al volante del coche robado. Y es que al abrir la puerta y acceder al habitáculo, descubrieron que el automóvil equipaba cambio manual y tenía un tercer y misterioso pedal, además del acelerador y el freno.
Ante la imposibilidad de conducir el coche, ambos optaron por la vía fácil que era salir corriendo. Aunque no contaban con que los centros comerciales y los supermercados suelen disponer de cámaras de seguridad. Ambos fueron identificados poco después por la policía y detenidos por tentativa robo y sustracción de propiedad.
La tarde, sin duda, les habría salido más a cuenta si hubieran optado por ir al cine en vez de asaltar a pobres conductoras en centros comerciales. Afortunadamente, las víctimas pudieron continuar en posesión de sus automóviles, pero el susto no se lo quita nadie...