Como muchos ya sabréis, la edición 2013 de Pikes Peak está tomando un cariz muy interesante. Si a una gran prueba le sumamos grandes nombres(Tajima, Millen o Loeb), el resultado no podría ser mejor. Quizás el foco mediático se lo lleve Peugeot y su regreso a la carrera hacia las nubes tres décadas después de su Climb Dance, pero los secundarios también son de lujo.
A falta de presentarse el nuevo Hyundai Genesis de Rhys Millen (vigente campeón y recordman) otro de los focos de atención de Pikes Peak es Jean-Philippe Dayraut. El francés, especialista en carreras sobre nieve (cuatro títulos en el Trofeo Andros), llegó a Pikes Peak en 2011 con su Dacia Duster No Limit. Tercero en su debut, el año pasado iba camino de pulverizar el récord pero un accidente le dejó sin saborear las mieles del éxito.
Ya sin el apoyo de la marca rumana, Dayraut ha cambiado la carrocería de su chasis tubular y lo ha convertido en un Mini Countryman (presentado ayer mismo), aunque eso sí, el corazón sigue siendo el V6 biturbo del Nissan GT-R. Las cifras del Mini No Limits son de escándalo, 900 CV de potencia y 950 kilogramos, aunque no llega a la relación 1 kg/CV de sus rival el Peugeto 208 T16. A pesar de la diferencia, ambos buscarán la victoria, y lo que quizás se más complicado, un tiempo en el crono de escándalo. El año pasado con el Dacia Duster No Limit, Dayraut iba camino de conseguir un tiempo inferior a los 9 minutos y 30 segundos (Rhys Millen dejó el récord en 2012 en 9:46.164).
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