Dos varillas extensibles en el culo de un Mercedes. Así eran las primeras ayudas analógicas para aparcar el coche
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Dos varillas extensibles en el culo de un Mercedes. Así eran las primeras ayudas analógicas para aparcar el coche

Los coches actuales tienen todo tipo de tecnología, pero muchas de las cosas que hoy en día consideramos equipamiento básico (por mucho que algunas marcas quieran cobrar un extra por utilizarlo) no existían hace tan solo tres décadas.

Cuando llegó el Mercedes-Benz Clase S W140, en 1991, estrenó algunos de estos sistemas. Fue uno de los coches tecnológicamente más avanzados del mundo y algunas de las soluciones que utilizaba siguen siendo muy curiosas más de 30 años después, como su particular sistema para medir distancias al aparcar.

Mercedes se propuso crear el mejor coche del mercado. Y lo consiguió

Algunos de los seguidores incondicionales de Mercedes-Benz dicen que el Mercedes-Clase S que se puso a la venta en 1991, conocido internamente como W140, fue el último Clase S verdadero.

Y es que se dice que el W140 fue el último coche de la marca alemana que se hizo sin un presupuesto, es decir, con “barra libre” de costes a la hora de desarrollarlo. En cambio, a la hora de hacer su sucesor, denominado internamente W220, la firma de la estrella tuvo muy presente el ahorro de costes, por lo que tenía peor calidad general y contaba con menos avances tecnológicos que el W140.

Mercedes Clase S 9

Obviamente, el W220 era un coche más moderno y, por lo tanto, más tecnológico, pero es cierto que el W140 contaba con soluciones más ingeniosas para la época en la que fue concebido. A base de ingeniería, Mercedes-Benz se sacó de la manga uno de los mejores coches que ha hecho en su historia y consiguió barrer a la competencia.

En ese momento, los grandes fabricantes, como Mercedes, luchaban por lanzar nueva tecnología al mercado antes que nadie, y lo hacían a través de sus modelos tope de gama, como el Clase S o su rival de BMW, el Serie 7, que se convirtió en el primer coche equipado con faros de xenón solo unos meses antes de que el Clase S W140 aterrizase en los concesionarios.

No había enormes pantallas, como las que utiliza el actual Mercedes-Benz Clase S, ni conectividad, ni luces ambientales, ni cámaras por todas partes, pero los fabricantes trataban de ofrecer avances a base de ingenio. Gracias a ello, ahora disfrutamos de todas esas cosas que en aquella época no existían.

El objetivo era crear el mejor coche del mundo y tan interesantes eran la soluciones del W140 que algunas de ellas no son fáciles de encontrar hoy en día. Ojo, no hablamos de la calidad general del coche, que está a años luz de los estándares actuales, sino de gadgets y características como el sistema electroneumático que permitía cerrar las puertas suavemente de forma automática.

También podemos mencionar la maneta escamoteable que se ocultaba en el portón trasero durante la marcha para permanecer limpia y no ensuciarse las manos al tocarla para levantar la tapa del maletero. A esto se sumaban los múltiples ajustes eléctricos para regular la posición de los asientos, el volante e incluso los cinturones.

Pero una las soluciones que más llamaban la atención eran las dos varillas extensibles que se escondían en su parte trasera. Cuando llegó al mercado no había sensores de aparcamiento, ni mucho menos cámaras, pero era un vehículo enorme, por lo que aparcar no era la tarea más fácil del mundo, así que Mercedes-Benz tiró de ingenio.

Estas varillas extensibles, que también las equipaba el Clase S Coupé, se desplegaban al meter marcha atrás y servían para “medir” la distancia que quedaba hasta la pared, de una forma bastante rudimentaria, pero efectiva. Mirando estas varillas a través del retrovisor, el conductor podía hacerse una idea de dónde terminaba la zaga del Clase S para no rozar la carrocería con una pared, un coche o cualquier otro obstáculo.

Al quitar la marcha atrás y seleccionar la posición D del cambio, estas varillas volvían a ocultarse automáticamente y lo único que quedaba desplegado en esta zona durante la conducción era la antena de la radio, que también era escamoteable. Gracias a eso, el diseño posterior del Clase S se veía más limpio la mayor parte del tiempo y la aerodinámica no se veía perjudicada.

Mercedes Clase S 3

Mercedes-Benz presentó la actualización del Clase S W140 en marzo de 1994 y estuvo a la venta hasta 2001, cuando fue sustituido por el Clase S W220. Eso sí, el W140 nunca dejó de evolucionar; su restyling llegó en 1994 y, entre otras cosas, estrenó los faros de xenón.

En 1995, el Mercedes-Benz S 600 Coupé también se convirtió en el primer coche de la marca con un sistema de navegación GPS, mientras que el sensor de lluvia llegó en 1996, al mismo tiempo que los sensores de aparcamiento del sistema Parktronic, que sustituyeron a las varillas extensibles del modelo previo a la actualización.

Imagen | Mercedes-Benz y YouTube

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