Si pensabas que el 2016 no podría ser peor para Volkswagen, estabas equivocado. Al escándalo supino del dieselgate que tanto daño ha hecho a la marca, la casa de Wolfsburg tiene que enfrentarse ahora a unos proveedores cabreados que amenazan con dejarles sin piezas para la producción del Golf, su modelo más vendido.
El grupo Prevent, a través de dos filiales surte a Volkswagen de piezas mecánicas para las cajas de cambios (ES Automovilgetriebe) y telas y cuero para la fabricación de asientos (CAR TRIM). Ambas estarían reclamando a Volkswagen 500 millones de euros como compensación por las modificaciones implantadas en sus centros de producción y que habrían caído en saco roto por la ruptura unilateral del acuerdo por parte del mayor fabricante de automóviles europeo.
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Como medida de presión, ambas empresas del grupo Prevent amenazaron con dejar de proveer a Volkswagen de sus productos, y así han hecho, además de interponer una demanda. Este culebrón sería producto de la presión a la que Volkswagen estaría sometiendo a sus proveedores para que redujeran sus precios, consecuencia directa de su problemilla con las emisiones que habría costado a la marca 15.000 millones.
Si se detiene la producción del Volkswagen Golf, el fabricante podría perder unos 40 millones de euros semanales
El pasado viernes ya hubo que detener la producción en la planta de Emden, donde se produce el Passat y salen 1.250 coches al día por falta de recambios. Ahora la misma amenaza se cierne también sobre la factoría de Wolfsburg donde, además del Golf, también se producen el Tiguan y el Touran, a un ritmo de 3.800 vehículos al día. El año pasado Wolfsburg produjo unos 815.000 coches, de los que casi 500.000 fueron Golf.
No hay que olvidarse de que el Volkswagen Golf es la piedra angular para Volkswagen. En lo que llevamos de 2016 se han vendido 261.776 unidades de este modelo en Europa, un 1% más que en 2015.
Al ver amenazadas sus cifras en Wolfsburg, VW habría recurrido a la justicia en la Audiencia de Braunschweig, donde un juez les dio la razón y requirió a Prevent para que retomase los envíos de las piezas. De lo contrario autorizarían a Volkswagen incluso a incautar los materiales necesarios para garantizar la producción del Golf.
Pero al final, ni Volkswagen ha recurrido a las medidas drásticas de llevarse lo que les ha otorgado la justicia ni Prevent ha cedido. Para colmo, resulta paradójico que la marca no tuviera más de un proveedor para asegurar la producción de su modelo más popular y un problema con Prevent haya desembocado en un alto en la producción.
El tribunal de Braunschweig ha instado a Prevent a proceder de nuevo al suministro de componentes en el plazo de una semana en virtud del contrato aún vigente con Volkswagen, y estaría estudiando autorizar al fabricante a buscar nuevos proveedores para asegurar la producción.
Según Bernd Osterloh (presidente del comité de empresa de VW), los proveedores están llevando a cabo un juego muy sucio, y vuelca todo el peso de la decisión de reducir la jornada laboral a los insensibles y asociales que están intentando hacer negocios a espaldas de los trabajadores, según sus propias palabras.
Una detención como la que se está barajando podría hacer perder a Volkswagen 40 millones de euros a la semana. Al cierre de la Bolsa de Frankfurt el pasado viernes, nada más empezar el litigio, Volkswagen ya perdió un 1,52%, pero también buena parte del poder adquisitivo los trabajadores. En la planta de Emden, el 80% de lo 9.000 empleados ya han visto recortadas sus horas de trabajo.
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Fuentes | El País, Expansión, Bloomberg